Ante las advertencias de Estados Unidos y otros países de la OTAN de una potencial guerra devastadora, Rusia está respondiendo con sarcasmo. Herramienta que suelen usar para ridiculizar a sus rivales y desviar la atención de acciones consideradas como amenazantes hacia Occidente o hacia los vecinos de Rusia.
“No habrá un ataque este miércoles… Las guerras en Europa casi nunca comienzan un miércoles”. Así es como el embajador ruso ante la Unión Europea, Vladimir Chizhov, acusó a Occidente de “difamación” al acusar a Rusia de querer invadir, durante una entrevista con el diario alemán Welt.
Las bromas y los comentarios mordaces se ajustan a la agenda interior del Kremlin, pues dan la impresión de que Rusia y el presidente Vladimir Putin están tranquilos y serenos ante el desasosiego de las democracias occidentales.
En un mensaje en Facebook, la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, hizo un llamado a la prensa occidental: “Por favor manden el calendario de las ‘invasiones’ que vamos a hacer este año porque necesito planificar mis vacaciones”.
El portavoz del Kremlin Dmitry Peskov también se tomó a la ligera los temores occidentales. Preguntado el miércoles si la administración presidencial rusa opera de manera distinta durante la noche, comentó a reporteros que todos duermen tranquilos y vuelven a sus trabajos en la mañana como siempre.
“La histeria occidental no ha llegado a su clímax”, declaró Peskov. “Hay que tener paciencia, ya que tardará un poco en entrar en remisión”.
El maestro del sarcasmo ruso es el ministro de relaciones exteriores Serguei Lavrov, conocido por sus comentarios ácidos, con frecuencia proferidos en inglés, se burló de Occidente como alguien que “carece de crianza básica” por tratar de predecir o dictar los planes de Rusia.
Los ucranianos llevan semanas bajo la amenaza de una invasión, pese al anuncio de Rusia del retiro de sus fuerzas, pero los militares occidentales dicen que no hay evidencia de un repliegue serio.
Si bien Putin ofreció hace pocos días entablar más diálogos, sus intenciones en Ucrania siguen siendo poco claras. Las agencias de inteligencia occidentales creen que podría ocurrir una invasión en cualquier momento.
Fuente: El Financiero
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