Katia Lemus Barajas
Es 2022, llevamos dos años de pandemia que nos ha arrebatado la forma de vivir y una sorprendente guerra en Ucrania nos regresa a los tiempos de la guerra fría. En un mundo marcado por estas grandes tragedias la lucha de las mujeres sigue siendo la misma: obtener un lugar en un mundo de hombres.
En dos años, la pandemia nos ha obligado a modificar nuestra forma de vivir y ante el COVID-19 se aceleró el proceso de la aldea global empujando las nuevas tecnologías 20 años adelante.
Y aunque se ha logrado mucho, algunas mujeres líderes empresariales y representantes de la academia en Querétaro consideran que aún falta mucho camino por recorrer y sobre todo trabajar en equipo.
Teresa García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) reconoció que aunque se avanza por reducir la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres aún falta camino por recorrer.
“Se ha avanzado, sí, se ha avanzado, pero creo que hoy es mucho más visible la desigualdad que existe entre hombres y mujeres, es mucho más visible la diferencia de oportunidades y el hecho de que las mujeres tienen mucho más dificultades para lograr sus metas”.
Reconoció que este trabajo no se logrará a corto plazo, porque requiere un cambio estructural en la sociedad y ese cambio se logrará en las próximas dos o tres generaciones, por lo que se debe seguir impulsando y trabajando para lograrlo
Refirió que este trabajo se logrará desde la educación y el trabajo que se haga en casa para eliminar la estigmatización, los estereotipos, los micro-machismos que se generan desde niños y niñas donde se va cultivando un ambiente misógino o un ambiente de falta de oportunidades para las mujeres.
“El trabajo tiene que hacerse desde abajo, pero lo tenemos que impulsar, en este momento la generación fuerte es la de los jóvenes y tienen que empezar a permear hacia el futuro”.
LA IGUALDAD DEBE SER INTERSECCIONAL
Lorena Jiménez Salcedo, presidenta del Comité de Federaciones de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Nacional, reconoció que el cambio para que las mujeres logren la igualdad debe ser interseccional.
“Creen que si una mujer ya llegó a un puesto ya avanzamos en equidad o tenemos paridad, pero va mucho más allá, es decir, es necesario que realmente las mujeres tomen esos puestos de decisión, pero ejerzan el poder y no que nada más sean manipuladas”.
A los cargos, enfatizó, deben llegar los mejores perfiles y cuando son de mujeres los descartan porque la preferencia es que un hombre va a tener mayor seriedad e inteligencia.
“Creo que es un desconocimiento del tema enorme y parece ser que ponemos todas las decisiones en un grupo de hombres que no quieren soltar el poder, esa es la realidad, el tema es la dominación del poder ahí va todo el meollo del asunto”.
Reconoció que hace falta unión entre mujeres, porque también desde chicas se les enseña que las mujeres son su propia competencia y por eso no hacen equipo y ni se protegen entre ellas.
“Tenemos mucho trabajo por hacer, impulsarnos y apoyarnos como mujeres, pero de manera intersección y no sólo a nivel empresarial o académico, tenemos que irnos desde abajo, trabajar con migrantes, indígenas y toda la pirámide para elevar el tema de las propuestas laborales porque ellas, cuánto tiempo tienen que trabajar y no ganan en el mismo salario, tienen que cuidar a los hijos, llevarlos a la escuela en el transporte público y nadie piensa en eso; nos falta mucha humildad, educación, cultura y por supuesto mucha unión de las mujeres para apoyarnos, impulsarnos y no meternos el pie”.
EL ROL DE LA MUJER DURANTE LA CONTINGENCIA
Viridiana Nava Ramírez, presidenta de la Federación de Colegios y Asociaciones de Profesionistas del Estado de Querétaro (Fecapeq), aseguró que los hombres no son enemigos de las mujeres, son un respaldo.
“Las mujeres hoy necesitan nuevamente dos manos para salir adelante porque el tema de pandemia tuvo un rezago importante regresamos este porcentaje que habíamos avanzado porque muchas mamás se tuvieron que regresar a casa atender a los hijos que tuvieron que tomar la escuela desde casa, hubo más responsabilidades y aumentó la violencia intrafamiliar”.
Consideró que se deben redoblar esfuerzos para salir del bache en el que las mujeres cayeron para que vuelvan a ocupar los espacios que han logrado.
“Ya tenemos la estructura y será más fácil salir de este bache, pero tenemos que redoblar esfuerzos porque el tema de la mujer es algo muy importante y se tienen que volver a ocupar esos puestos que se tenían y decirle a las mujeres que no hay límites para nosotras, los límites nos los ponemos nosotras”.
Aseveró que para salir adelante, las mujeres deben apoyarse entre sí y sobre todo apoyarse de los hombres porque son un pilar importante y siempre se necesita de ambos.
“Los hombres no son nuestros enemigos, tenemos que hacer alianzas con ellos para tener el respaldo que necesitamos para salir adelante”.
LAS FACETAS DE LA MUJER
Isabel Fonseca Zamorano, presidenta saliente del Colegio de Arquitectos del Estado de Querétaro, consideró que desde el Gobierno se debe reconocer el trabajo que realiza la mujer.
“Me voy mucho por siempre tratar de mejorar, para mí, la verdad siempre hay ese puntito que nos falta por ser mujer para tener igualdad, para tener cierto reconocimiento, cierta aportación al Estado, a las políticas públicas, que se le reconozca siempre por su conocimiento, no por el ser mujer porque seguimos y seguiremos luchando”.
Aclaró que no se trata sólo de ocupar espacios por ocuparlos o porque les toca por ser mujeres, es decir, se debe trabajar por lograr la igualdad de circunstancias y parejo.
“Abonaría en que hemos avanzado, que seguimos trabajando y que la unión hace la fuerza que es lo que yo siempre pregono, pero sobre todo debemos trabajar en equipo, es decir, las mujeres tenemos que aprender a trabajar en equipo porque eso hará la diferencia”.
Aseguró que hace falta ser empáticas, ponerse en los zapatos de la otra persona y unirse como mujeres.
“No quisiera llegar a escucharme muy feminista, pero para mí es muy importante siempre el trabajar en igualdad de circunstancias; falta empatía porque yo no nada más soy arquitecta, también fui presidenta de un colegio, soy esposa, madre, hija y amiga y las mujeres nos dividimos y no sabemos de dónde sacamos fuerza y salimos adelante y no nos damos por vencidas y eso es lo que nos ayuda mucho”.
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