#LaColumnaDelFrenteQueretano
Por Gabriela Cobos. Integrante de Saca la Bici, A.C.
@GabyCobos74
De cara a la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial de México, aprobada en el Senado de la
republica el 5 de abril, nos enfrentamos a grandes retos; si bien para que esta Ley fuera una
realidad se tuvo que recorrer un largo camino de la mano de organizaciones de la sociedad civil
desde que en 2012 se decretó El Derecho a la Movilidad, en 2014 la primera iniciativa ciudadana
de Movilidad y Seguridad Vial, 2016 Capitulo de Movilidad en la LGAHOTDU, 2017 Segunda
versión Ciudadana de la Ley General de Seguridad Vial, 2018 acciones ciudadanas para promover
la seguridad vial, 2019 iniciativa de Ley General de Seguridad Vial y de ahí a la fecha se ha
impulsado por la Coalición Movilidad Segura integrada por 70 organizaciones promotoras de dicha
Ley, se realizaron modificaciones a 7 artículos de Ley, gracias a este arduo trabajo hoy es una
realidad que esperamos garantice el derecho a la movilidad en condiciones de seguridad.
Según la CONAPO, en el 2030 la población en Querétaro alcanzará los 2,403, 000 mil habitantes y
esto plantea una urgente necesidad de eficientar los modos de desplazamiento de quienes nos
movemos en ella y priorizar la movilidad activa. Si bien existen muchas deficiencias en la
planeación de obra pública anterior a este crecimiento desmedido de la ciudad, estamos a tiempo
de plantearnos que toda la nueva obra pública debe contar con los criterios mínimos que nos
encaminen a alcanzar esta movilidad sostenible y las metas planteadas por la ONU: en el segundo
decenio de acción por la seguridad vial, en el acuerdo de París y en la recién celebrada COP26.
Para lograr estos objetivos y metas debemos partir de la premisa que “Toda persona tiene
derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar” Art. 4° Constitucional.
Para acceder a un medioambiente sano es necesario que las políticas públicas centren la atención
en la movilidad sostenible, la que realizamos cuando hacemos uso de nuestra propia energía para
movernos (caminar, bicicleta, patines, Scooter), vamos a hacer las compras, nos dirigimos a
nuestra escuela, trabajo, espacios de recreación, cultura o simplemente por realizar ejercicio. Sin
embargo, nos hemos dado cuenta que, en la ciudad la obra pública no ha sido planeada teniendo
como referencia a la Jerarquía de la Movilidad: 1.-Personas Peatonas, 2.-Bicicletas, Patines,
Scooter, Patín ,3.- Transporte Público, 4.-Transporte de carga, 5.-Transporte ejecutivo-taxi, 6.-
Vehículos particulares y motocicletas.
Ese ese es el principal reto de nuestra ciudad, generar obra pública para el disfrute de la sociedad,
obra que involucre el contar con especialistas, pero no servidores públicos de escritorio, más bien
por quienes realmente nos movemos en la ciudad, ya que no es lo mismo la planeación para un
funcionario público que jamás ha usado el transporte público, para aquellos que nunca se han
subido a una bicicleta para pedalear la ciudad y no se diga para quienes no caminan las calles,
porque entonces serán insensibles a las necesidades reales de quienes transitamos las calles,
necesitamos que la obra pública sea diseñada por especialistas pero pensada desde y por los
movientes.
En esta reflexión me permito citar que en Querétaro contamos con banquetas incompletas,
obstruidas por anuncios, basura y en muchas de las ocasiones invadidas por los vehículos
automotores, que las usan para estacionarse, incluso por personas que se adueñan impunemente
de los espacios públicos, teniendo, si eres persona peatona, que circular por el arroyo vehicular
exponiéndote a ser atropellada. Tenemos una ciudad No Incluyente, en donde si eres una persona
con discapacidad temporal o permanente, te debes enfrentar al triple de retos que una persona
que no lo es para poder moverte, que no tenemos rampas en la mayor parte de la ciudad y que en
donde existen, están invadidas o son insubibles debido a las pendientes con que son “diseñadas”;
una ciudad en donde la obra pública para la bicicleta es insuficiente: en unos casos inexistente y
en otros tantos invadida por los vehículos, una ciudad en la que el Transporte Público está lejos de
ser la solución a los problemas de movilidad.
El principal enfoque de la Ley de General de Movilidad y Seguridad Vial va dirigido a la protección
de la vida y de la integridad física de las personas en sus desplazamientos, al uso y disfrute de las
vías públicas del país en el que cada año mueren 1.35 millones de personas por accidentes de
tráfico y es la 1era. causa de muerte de infancias de 5 a 14 años y jóvenes de 15 a 29.
En Querétaro el 1º. De abril un menor murió atropellado porque el conductor del vehículo
automotor “no lo vio”; el 6 de abril, un adolescente de 13 años que circulaba en su bicicleta fue
impactado por un vehículo que circulaba por el carril confinado e impactó al adolescente en el
área de paso de cebra, y el conductor del vehículo intentó darse a la fuga. Con estos hechos
lamentables en los que hasta el momento se llevan contabilizadas 37 bicicletas blancas, 98% de
homicidios dolosos son causados por incidentes de tránsito, en el municipio de Querétaro nos
lleva a reflexionar sobre la falta de sanciones (multas de tránsito) encaminadas a la prevención de
estas fatalidades. Si no se tiene una consecuencia a una violación de la ley o reglamento seguirá
repitiéndose, por lo que se deben extremar y cumplir los requisitos en el otorgamiento de las
licencias de conducir vehículos automotores, reducción de velocidades, llevar a cabo
alcoholímetros en las horas y días en que más se registran incidentes de tránsito.
Pero, sobre todo, como sociedad no urge la sensibilización de todos los actores de la movilidad,
ser conscientes que, en una banqueta, que en una bicicleta VA UNA VIDA, una madre, un padre,
un hermano, hijo, amiga, que va un ser humano, y que su vida vale más que cualquier prisa por
llegar a cualquier lugar. Que dejar a una persona con alguna discapacidad o muerta es un peso
grande, no sólo para quienes intervienen en ese hecho, sino para toda la sociedad que nos
impacta, nos preocupa y nos duele.
La participación ciudadana para el diseño de políticas públicas encaminadas a la movilidad es
fundamental, ya que por décadas ha prevalecido la idea errónea que la calle pertenece a los
vehículos motorizados, se ha privilegiado tanto esta idea, que muchas ciudades se niegan a
priorizar la jerarquía de la movilidad y con ello la movilidad sostenible. Nos han vendido la idea
que los autos dan estatus socio-económico, libertad y otros múltiples beneficios cuando la
realidad es que son los principales actores de contaminación, muertes por incidentes viales, o de
personas que a raíz de un incidente adquieren una discapacidad permanente. Debemos como
sociedad hacer una reconversión en la manera de realizar nuestros desplazamientos.
Esta recién aprobada Ley nos da la oportunidad de ver de una manera más humana nuestras
ciudades, ser empáticos y darnos cuenta que todos cabemos en ellas, que podemos pacificar las
calles, hacerlas transitables y que, si priorizamos el Respeto entre todas y todos, viviremos en
comunidad de manera pacífica.
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