Pekín, la capital china, ha informado este miércoles del cierre de decenas de estaciones de metro y la suspensión de varias líneas de autobuses de la ciudad debido al último brote de Covid-19 aparecido en la capital china, donde viven 21 millones de personas.
La autoridad del metro indicó en un breve mensaje que se habían cerrado 40 estaciones, la mayoría en el centro, dentro de las medidas de control de epidemia, además no se dio una fecha de reapertura del servicio.
La segunda economía mundial ha estado batallando en su peor brote de coronavirus desde la primera ola de la pandemia, con la mayoría de casos focalizados en su principal centro de negocios, Shanghái, con órdenes de confinamiento desde hace más de un mes.
Restaurantes y bares sólo sirven comida a domicilio o para llevar, los gimnasios han cerrado y las clases presenciales se suspendieron de forma indefinida. Importantes atracciones turísticas de la ciudad como la Ciudad Prohibida y el Zoo de Beijing han cerrado sus salas de exposición bajo techo y operan a capacidad parcial.
Ante estas restricciones que han provocado escasez de comida y de atención médica, así como un impacto más amplio -aunque probablemente temporal- sobre la economía nacional, los ciudadanos desesperados e indignados han confrontado a las autoridades en barricadas y en internet, gritado desde sus ventanas y golpeando cacerolas en un indicio de su frustración e indignación.
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