Al menos 62 personas murieron durante el ataque aéreo ruso sobre un colegio de Belogorovka, en la provincia ucraniana de Lugansk, según ha denunciado el gobernador civil-militar de la región, Serhii Haidai.
El responsable ucraniano ha explicado en su canal en Telegram que un bombardeo ruso provocó un incendio en el centro educativo y en la Casa de la Cultura de la localidad.
Las llamas fueron extinguidas unas cuatro horas después y fue entonces cuando se descubrieron dos cuerpos entre los escombros. Otras 30 personas fueron sacadas de entre los restos del edificio, siete de ellas heridas. En el lugar se refugiaban unas 90 personas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano ha expresado su condena ante este ataque, un «crimen de guerra brutal». «Rusia ha perpetrado este brutal crimen de guerra poco antes del Día de la Memoria y la Reconciliación y repite así de nuevo la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. #StopRussianWar», ha publicado el Ministerio en Twitter.
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