El gobierno de Dinamarca anunció la pasada semana que busca acelerar la construcción de un proyecto energético sin precedentes que ya había sido anunciado en 2020, las llamadas «islas de energía», unas megaconstrucciones formadas por conjuntos de turbinas eólicas que se colocarán en islas artificiales y que, según los proyectos, permitirán a Dinamarca generar mucha más energía que la que producen otros parques eólicos en el mundo.
Estaba previsto terminarse para 2030; pero, tras el inicio de la invasión de Rusia contra Ucrania, el gobierno danés anunció que buscará acelerar su culminación como una alternativa europea para el gas y petróleo rusos.
«Dinamarca y Europa deben liberarse de los combustibles fósiles rusos lo más rápido posible», dijo en un comunicado el ministro de Clima, Energía y Servicios Públicos Dan Jørgensen.
El funcionario aseguró que las islas energéticas son un «camino verde» para dejar de financiar con dinero europeo la guerra de Putin, dado que, en su criterio, el Mar del Norte tiene un potencial de energía eólica suficiente para cubrir las necesidades energéticas de millones de hogares europeos.
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