Hubo una agitada sesión del Parlamento británico tras la publicación del informe independiente sobre el “Partygate”, las fiestas ilegales celebradas en oficinas del gobierno británico en Downing Street durante el confinamiento obligatorio por la pandemia de 2020.
Una vez publicadas las fotos, el primer ministro Boris Johnson aceptó los hechos, pero se negó a dimitir. El informe revela que Johnson y su equipo incumplían reiteradamente las normas que imponían al resto del Reino Unido.
Numerosas fotos muestran al primer ministro y a otras personas en reuniones informales con bebidas mientras sus conciudadanos estaban aislados en sus casas y tenían prohibido visitar incluso a sus familiares enfermos.
Boris Johnson, su mujer Carrie Louise Beva y el ministro de Economía Rishi Sunak están entre los 126 multados tras la conclusión de una investigación policial. Johnson, asegura que nunca creyó que estuviera infringiendo la ley y expresó su deseo de que el país cambie de tema para dejar atrás el escándalo.
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