En diversos barrios de Afganistán han comenzado a surgir escuelas secretas para niñas ahora que el Talibán ha ordenado que las escuelas secundarias de niñas permanezcan cerradas, lo que representa un pequeño pero poderoso acto de desafío contra el régimen del país.
«Sabemos de las amenazas y nos preocupamos por ellas», comenta la maestra de una de estas escuelas, pero añade que la educación de las niñas está primero. “Hacemos todo lo posible para hacer esto en secreto, pero incluso si me arrestan y me golpean, vale la pena».
En marzo, parecía que las escuelas de niñas estaban a punto de reabrir, pero apenas una hora después de que comenzaran a llegar las alumnas, los líderes talibanes anunciaron que primero se debe crear el «ambiente islámico» correcto, aunque nadie parece estar seguro de lo que eso significa.
Mientras tanto, las activistas por los derechos de las mujeres afganas intentan que la educación de las niñas no se quede rezagada y dan lecciones de una o dos horas por día, enfocadas en matemáticas, biología, química y física.
Los funcionarios talibanes insisten repetidamente en público en que las escuelas para niñas reabrirán, pero también admiten que para ellos la educación femenina es un tema «delicado».
Fuente: BBC
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