Ya ascienden a 106 las personas fallecidas por los deslaves causados por las fuertes lluvias que desde hace varios días han afectado a la ciudad de Recife y sus alrededores, al noroeste de Brasil.
Con la ayuda de «perros detectores y aeronaves», más de 400 bomberos y militares, se mantienen las tareas de rescate a los últimos desaparecidos bajo el lodo que arrasó barrios enteros en la región metropolitana de la capital del estado, Recife. Las autoridades calculan que unas 6.198 personas se quedaron sin hogar en los 24 municipios que se declararon en estado de emergencia.
El presidente Jair Bolsonaró sobrevoló este lunes las áreas más afectadas por las lluvias. «Obviamente, estamos todos tristes, manifestamos nuestras condolencias a los familiares. Nuestro objetivo mayor es darle alivio a los familiares y, a través de medios materiales, atender a la población», dijo el mandatario.
Entre la noche del viernes y la mañana del sábado, el volumen de agua alcanzó el 70% de lo esperado para todo el mes de mayo en algunos puntos de la capital mientras que los medios locales reportan que las lluvias se han mantenido en el área y que se prevén más.
Foto: Reuters
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