En Afganistán, continúa la búsqueda desesperada de supervivientes tras el mortífero terremoto en la provincia oriental de Paktika que tuvo una magnitud de 6.1.
Es el peor sismo en el país en décadas y las cifras provisionales hablan de más de mil muertos y mil 500 heridos. Además, destruyó unas 2 mil viviendas, según calcula la ONU, lo que no hace más que empeorar la situación catastrófica que ya vivía en Afganistán.
«Estamos sufriendo la peor sequía en 37 años, hay una crisis de desnutrición, una propagación de enfermedades prevenibles como diarrea aguda y sarampión. Estas comunidades están debilitadas desde hace años por numerosos desafíos. Esto ha llegado en el momento equivocado», ha explicado Sam Mort, jefa de Comunicación, Promoción y Compromiso Cívico de UNICEF Afganistán.
En un gesto inusual que prueba la magnitud de la tragedia, el líder supremo talibán ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias para que ayuden al pueblo afgano.
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