La pesca de la austromerluza negra, uno de los peces más caros que habita en las proximidades de la Patagonia, dio lugar a un conflicto entre los países luego de que Gran Bretaña concediera licencias para la pesca de esta especie
Se trata de la primera vez que se presenta un conflicto de este tipo desde que diferentes gobiernos se aliaron hace 40 años para proteger la vida marina cerca del Polo Sur. El área de pesca está frente a Georgia del Sur, una isla alejada y deshabitada que se encuentra bajo el control del Reino Unido, quienes han resuelto que durante esta temporada no habrá límites en la cantidad de pesca.
Estados Unidos, lugar donde la austromerluza se comercializa en más de 70 dólares el kilo y figura en las cartas de los restaurantes más reconocidos alrededor del mundo, protestó al respecto ya que considera el lugar se convirtió en un sector sin reglas. Como consecuencia, amenazan con prohibir las importaciones británicas de la zona.
“En un mundo lleno de conflictos, el Reino Unido hace un juego peligroso”, sostuvo Will McCallum, director de océanos de la filial británica de Greenpeace. “La historia de la protección antártica se ha caracterizado por una cooperación pacífica por el bien común de la humanidad. Esperamos que las naciones no aceptarán el producto de lo que es ahora una pesca no regulada”, agregó.
Durante muchos años, la pesca cerca de Georgia del Sur fue un ejemplo de cooperación internacional, que unió a potencias usualmente rivales como Rusia, China y Estados Unidos, con el objetivo de proteger esas aguas del tipo de pesca desenfrenada que se observa en el mar abierto.
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