A través de imágenes satelitales tomadas entre enero y junio de 2022, se ha encontrado que la deforestación en la Amazonia brasileña ya ha alcanzado los 4 mil kilómetros cuadrados de bosque destruido, la mayor área devastada que se ha registrado en un periodo de 6 meses.
El Instituto de Investigaciones Ambientales de la Amazonía (IPAM), informó que el área deforestada es 80% mayor a la reportada en 2018 durante el mismo periodo, el año anterior a la toma de posesión de Jair Bolsonaro, presidente de Brasil.
El IPAM también informó que alrededor de la mitad de la tala ocurrió en tierras públicas, ya que los delincuentes se apoderan de tierras públicas esperando que las áreas sean legalizadas para la agricultura o la ganadería en el futuro.
La problemática es todavía más notable cuando se tiene en cuenta que la tala de bosques se lleva a cabo durante la temporada de lluvias, es decir, la deforestación suele ser mayor hasta la segunda mitad del año que es más seca, cuando es más fácil acceder a áreas remotas por las carreteras sin pavimentar de la región.
Lamentablemente, se prevé que la situación en la Amazonia puede empeorar aún más, ya que el país sostendrá elecciones presidenciales en octubre, algo que por lo general reduce la aplicación de la ley en la zona.
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