En medio del avance militar por parte de las tropas rusas al este de Ucrania, el presidente Zelensky despidió el pasado domingo 17 de julio a su Jefe de Seguridad y al Fiscal General del Estado debido a cientos de procesos penales que se están llevando a cabo en su contra, los cuales los acusan de traición y colaboración del personal de sus respectivos departamentos.
En particular, se tiene registro de más de 60 empleados de la Fiscalía y del Servicio de Seguridad Estatal (SBU) que han trabajado dentro del territorio ucraniano en contra del estado de Vlodímir Zelensky y al servicio de Rusia.
De los mandatarios destituidos, el ex dirigente del SBU, Ivan Bakanov, era un amigo de la infancia del presidente, el cual había sido el centro de crecientes críticas por fallos de seguridad en el país desde el comienzo de la guerra. Además, durante el mes pasado se observó que en varias fuentes ucranianas y occidentales no identificadas afirmaban que Zelensky estaba buscando su reemplazo. Por otro lado, Iryna Venediktova , la ex Fiscal General de Ucrania, quién estaba a cargo de dirigir las investigaciones sobre los crímenes de guerra, fue sustituida por su adjunto Oleksiy Symonenko.
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