Movilidad y Perspectiva de Género (La Movilidad del Cuidado)

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La Columna del @FrenteQueretano

Por Lorena Suárez Álvarez
Participante de la Coalición Ciudadana por la Movilidad Sostenible de Querétaro QM21

Los usos sociales de los espacios, la manera en la que transitamos y nos movilizamos en el espacio, no es neutra y se encuentra condicionada por distintas desigualdades, entre ellas las de género. Un concepto fundamental para poder comprender la manera en la que las diferencias de género influyen en la movilidad, es la división sexual del trabajo, una construcción sociocultural mediante la cual se organiza la distribución del trabajo y se vincula a los hombres con el trabajo productivo remunerado en el mercado laboral y el espacio público, mientras que a las mujeres se les relaciona con el espacio privado, el trabajo reproductivo, doméstico y de cuidados el cual tiene la característica de ser no remunerado.

La Cuenta Satélite del Trabajo no Remunerado de los Hogares (2020), señala que las mujeres aportan el 74.8% de las horas destinadas a las labores de cuidados. Al hablar de movilidad, lo anterior se traduce en que muchos de los trayectos que realizan las mujeres se relacionan con estas actividades. De acuerdo con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, la movilidad del cuidado se define como “los viajes realizados en la consecución de actividades relacionadas con el trabajo no remunerado de cuidados y el cuidado de otras personas que requieren de otra persona para su traslado, dependientes o con necesidades específicas”. Por lo tanto, la MOVILIDAD DEL CUIDADO, se vincula con las personas con movilidad limitada y personas usuarias vulnerables como las niñas y niños, las
personas adultas mayores y personas con discapacidad.

Algunos ejemplos de estos trayectos son llevar a niñas y niños a la escuela, acompañar a una persona mayor a una consulta médica o hacer las compras de la casa. La movilidad del cuidado tiene características específicas; regularmente son viajes encadenados, es decir que un mismo viaje incluye varios destinos, al implicar varias paradas, los trayectos son poligonales. Tienen la característica de ser multimodales, al utilizar transporte público, privado, traslados en bicicleta o caminando y finalmente, no tienen horarios específicos, los cuidados son fundamentales para la sostenibilidad de la vida y están presentes las 24 horas del día. Para las mujeres, los viajes relacionados con los cuidados, representan del 48% al 50% de su movilidad, lo cual es una evidencia clara de la necesidad de incluir la
perspectiva de género en el ámbito urbano.

Gracias al trabajo de mujeres feministas que han logrado evidenciar las necesidades de las mujeres en la ciudad, la perspectiva de género vinculada a lo urbano, ya se encuentra presente en el ámbito legal. A nivel nacional, la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, en los artículos 29, 31 y 32 señala la necesidad de generar bases de datos con especial atención a la movilidad del cuidado, la inclusión de las mujeres y sus necesidades en los sistemas de movilidad, y la planeación de la movilidad con perspectiva de género. En el ámbito estatal, 3 de los 7 principios que dictan la Ley de Planeación del Estado de Querétaro, tienen que ver con esta temática, al señalar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, la inclusión de la perspectiva de género y la priorización de la perspectiva de las
familias.


Sin embargo, incluso cuando la ley ya estipula la inclusión de la perspectiva de género en el ámbito urbano y la movilidad como un principio fundamental para lograr la igualdad, aún no es evidente su presencia en el diseño, desarrollo e implementación de obras urbanas. Queda claro que aún hay mucho trabajo por hacer.

Twitter: @CoalicionQM21

Newsweek

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