La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, aterrizó en el aeropuerto Songshan de Taipéi, en Taiwán, ignorando las amenazas chinas de represalias en caso de que la visita se llevará a cabo, donde fue recibida por el ministro taiwanés de Relaciones Exteriores, Joseph Wu.
Anteriormente, China había expresado que Taiwán es parte de su territorio y que deben reunificarlo, incluso por la fuerza si es necesario. Dado que EU es el principal proveedor de armas de la isla, aseguraron que considerarían una visita de Pelosi a la isla como una provocación.
Posterior al aterrizaje de la funcionaria, China criticó las acciones “extremadamente peligrosas” de Estados Unidos que solo hacen más fuertes las tensiones entre las dos superpotencias. “Estados Unidos constantemente distorsiona, oscurece y vacía de contenido el principio de una sola China. Estas acciones son como jugar con fuego, extremadamente peligrosas. Y quienes juegan con fuego, morirán quemados”, indicó un comunicado de la Cancillería china, poco después de que el avión de Pelosi aterrizara en Taipéi, donde también aseguraron que se lanzarán una serie de acciones militares selectivas para defender la soberanía nacional.
Por otro lado, la funcionaria estadounidense señaló que su visita “honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyar la vibrante democracia de Taiwán” y aseguró que esta es solo la primera de varias delegaciones que visitarán la isla.
Aunque China anunció poco antes que sus aviones caza habían cruzado el estrecho de Taiwán, el ejército taiwanés negó que aviones chinos hubieran cruzado el estrecho.
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