Durante el séptimo mes del año, los precios al consumidor en el país registraron un aumento anual o inflación de 8.15%, registrando el mayor nivel en 22 años desde diciembre de 2000, cuando se observó un aumento en los precios de 8.96%. No obstante, si se compara con la inflación de 8.16% anual observada en los primeros 15 días de julio, se vislumbra una modesta disminución.
Al interior del índice, se registró un incremento de 14.9% anual en los precios de los alimentos, derivado de la crisis alimentaria que la invasión rusa a Ucrania ocasionó.
En específico, se observó un repunte importante de 33.1% en el precio de la harina de trigo, de 20% en el pan dulce y de 18.7% en el pan de caja.
Por el lado de los energéticos se vio que la inflación en la gasolina magna fue de 7.6% anual, mientras que en el precio de la electricidad el aumento fue de 11.8%.
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