En su segundo reporte trimestral del año, el Banco de México explicó que el desarrollo de la actividad económica de México se enfrenta a un entorno internacional cada vez más complicado e incierto, donde la inflación tanto nacional como global continúa incrementándose, tocando niveles no vistos en más de 20 años. Así, en consecuencia, tanto la postura monetaria del banco central mexicano como de los principales organismos bancarios centrales alrededor del mundo ha sido restrictiva, elevando fuertemente el nivel de las tasas de interés.
De esta forma, el reporte refleja que la perspectiva para la recuperación económica del país se ha debilitado, en 2022 estiman un repunte anual de 1.7%, mientras que para 2023 anticipan un avance de apenas 0.8%, cuando el nivel previo era de 1.4% para el próximo año. Así a pesar de que los datos del PIB nacional mostraron un crecimiento sólido en el 2T22, Banxico identificó que los principales riesgos que amenazan la recuperación del país son, una menor demanda externa, especialmente la proveniente de EE.UU., una mayor prolongación de las afectaciones en las cadenas de suministro globales, más episodios de volatilidad en los mercados internacionales, entre otros.
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