La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos mostró su desaprobación ante la decisión de los legisladores mexicanos de ceder el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), lo que supone su militarización.
La determinación del Senado de la República de transferir el control operativo, presupuestario y administrativo de la Guardia Nacional a una secretaría dirigida exclusivamente por militares “deja efectivamente a México sin una fuerza policial civil a nivel federal”, indicó el organismo a través de un comunicado emitido en sus redes sociales.
Nada Al-Nashif, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, también recordó que la militarización de las fuerzas de seguridad ha ido aumentando de forma constante en nuestro país desde 2006, y que ello “no se ha traducido en una reducción sostenible de la criminalidad”, sino que más bien se ha traducido en un aumento a las denuncias de graves violaciones a los derechos humanos.
La alta comisionada también criticó que las reformas aprobadas no incluyan disposiciones que garanticen la supervisión civil de la Secretaría de la Defensa Nacional, “lo que plantea preocupaciones adicionales en materia de derechos humanos, incluso sobre la rendición de cuentas”.
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