Concejales de 18 distritos de las ciudades de Moscú, San Petersburgo y Kolpino, así como 85 ediles, han firmado una declaración pública exigiendo la renuncia del presidente ruso Vladimir Putin, pues consideran que las acciones del mandatario están dañando al país y a sus ciudadanos.
La junta del distrito Lomonosovsky de Moscú y los diputados del distrito de Smolny de San Petersburgo pidieron a la Duma Estatal de la Federación Rusa, institución que representa la cámara baja del Parlamento ruso, que presente cargos por traición contra Putin para destituirlo de su puesto por sus acciones en la guerra contra Ucrania.
La oposición contra el dirigente del país empezó el pasado día 7 en San Petersburgo, cuando un grupo de siete representantes de la junta de distrito aprovechó la ausencia de varios integrantes del partido gubernamental Rusia Unida para aprobar por sorpresa esta iniciativa.
Dimitri Paliuga, edil de San Petersburgo declaró al respecto que «estamos en contra de matar ucranianos, desmilitarizar Ucrania es absurdo y encima ha pasado lo contrario, ahora tienen más armas».
En Moscú, los ediles rebeldes denuncian que desde el segundo mandato de Putin, Rusia ha sufrido las consecuencias de sus actos, ya que el PIB no se ha duplicado, el salario mínimo no ha aumentado según las expectativas y la estabilidad prometida ha desaparecido.
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