La Dirección General de Energía de Dinamarca declaró la emergencia en los sectores eléctrico y gasístico tras detectar tres fugas de los gasoductos Nord Stream 1 y 2.
«La rotura de las tuberías ocurre rara vez, por eso vemos motivo para aumentar el nivel de emergencia como resultado de los hechos ocurridos el último día. Queremos asegurar la vigilancia minuciosa de la infraestructura crítica para reforzar la seguridad de suministro», consta en un comunicado.
Las fugas surgieron continuamente. Primero, las autoridades informaron de la fuga en el Nord Stream 1, una en aguas de este país nórdico y otra en las de la vecina Suecia, cerca de la isla Bornholm.
Al respecto, los gobiernos de Alemania, Dinamarca y Suecia han advertido este martes que la triple fuga es resultado de un sabotaje, pues la cantidad y el tamaño de las burbujas de gas que han emergido en la zona, algunas de más de un kilómetro de diámetro, indican que la rotura es importante.
La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha asegurado en rueda de prensa que son consecuencias de «acciones deliberadas», aunque no ve que se trate de «una amenaza militar directa contra Dinamarca».
Se espera que los daños medioambientales se limiten al área donde se encuentra el gas, aunque puede haber consecuencias para el clima por la difusión de metano a la atmósfera. Hasta el momento, las mediciones de la calidad del aire en la isla báltica han demostrado que las fugas de gas de los gasoductos Nord Stream apenas suponen un riesgo para la salud pública, según informa la Agencia Danesa de Gestión de Emergencias en un comunicado.
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