La destitución de cuatro docentes y personal administrativo acusados de violencia de género y una disculpa pública de la rectora Teresa García Gasca, son algunas de las peticiones que hicieron las y los estudiantes que integran la Comisión de Facultades Unidas de Estudiantes y que mantiene el paro en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
“El paro no se levantará hasta que el pliego petitorio sea firmado por la rectoría, hasta que la rectoría pida una disculpa pública y hasta que haya evidencia concreta de que se están tomando acciones contundentes para la atención de las demandas y exigencias plasmadas en el pliego petitorio”.
Esto, luego de que, desde el 29 de septiembre, un grupo de estudiantes de la Máxima Casa de Estudios tomó las instalaciones de la UAQ por la presunta omisión de las autoridades sobre las diferentes denuncias de acoso y cuyo detonante derivó luego de que una estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas fue amedrentada por un compañero, quien presuntamente usó un arma de fuego y además se encontraba bajo los influjos de alguna sustancia psicotrópica.
Los integrantes del movimiento aseguraron que estas peticiones no están sujetas a negociación por lo que consideraron que depende de la titular de la rectoría si se firman o no estos acuerdos.
Los quejosos refirieron que los cuatro docentes universitarios y personal administrativo de los que piden su renuncia son; Gonzalo Martínez García, abogado General de la UAQ, Juan Joel Mosqueda Gualito, coordinador del proyecto de la vacuna Quivax y profesor de Ciencias Naturales; José Alejandro Ramírez Reséndiz, contralor de la Universidad y Fernando Rocha Mier, coordinador regional, Campus Sierra Gorda.
Además negaron la intromisión de personas externas al movimiento, sin embargo, aseguraron que si tiene asesoramiento legal externo por lo que exhortaron a la comunidad estudiantil y a la sociedad en general a solidarizarse y mantenerse informados del movimiento a través de los canales de comunicación oficiales.
Entre otras peticiones, está el que los estudiantes que encabezan el movimiento no sufran persecución, que se hagan reformas para prevenir y erradicar estas conductas y que se revise un artículo de la ley orgánica para que se atienda con celeridad las denuncias para que no pase tanto tiempo en atenderlas.
Además, solicitan que se sancione una conducta de esta naturaleza que redefinan el término de violencia de género tomando en cuenta y analizando se han dado cuenta se puede prestar a una intemal interpretación
Sobre la renuncia de los cuatro docentes, Teresa García Gasca, rectora de la Máxima Casa de Estudios, pidió a no salirse de la esencia del movimiento.
“Esta petición, en principio, es inaceptable, porque nosotros no tenemos ninguna denuncia respecto a lo que se les señala y no existe denuncia en ningún otro lado, excepto una que ya está concluida. No podemos cortar cabezas como moneda de cambio, es inadmisible e incluso se pueden tener implicaciones legales por el daño moral que están teniendo estas personas”.
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