#LaColumnaDelFrenteQueretano
Por Waltter López.
Vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico.
¡¡¡¡Estamos Felices!!!! Con esta frase de júbilo, las personas de la comunidad LGBTIQ+ y personas aliadas de los Derechos Humanos celebramos que finalmente en todo México, el reconocimiento de los Derechos Constitucionales a la Igualdad y No Discriminación al momento de decidir con qué persona casarse y formar una familia, se han hecho realidad para quien quiera ejercer su Derecho al Matrimonio Sin Discriminación en toda la República Mexicana. Como lo dijimos desde el principio: ¡¡¡Triunfó el Amor!!!
Y como en los buenos culebrones de la televisión Mexicana, al Amor hay que ganárselo a pulso, venciendo un sinfín de obstáculos en un largo viacrucis que pondrán a prueba la paciencia, la salud mental, la confianza en las instituciones y en algunos casos hasta la vida, de las y los amantes.
El Matrimonio Igualitario fue una idea concebida en este siglo, producto de la primera reforma constitucional en Derechos Humanos de 2001, donde por primera vez el artículo 1 de nuestra constitución indicó claramente que en México toda forma de Discriminación estaba prohibida constitucionalmente, y apareció por primera vez en el texto constitucional que no se podía discriminar por las preferencias, que en la modificación constitucional de 2011 se completa con el apellido sexuales, aún cuando seguimos insistiendo que el texto debería decir: por orientación sexual, identidad y expresión de género.
La sola idea de poder acceder al Derecho al Matrimonio fue revolucionaria para las personas LGBTIQ+ que participamos en el movimiento de liberación Homosexual (como se llamaba a finales de los años 70’s y principios de los años 80’s), ya que muchas y muchos habíamos normalizado vivir una vida sin Derechos; por lo cual era común que en el siglo pasado, los patrimonios construidos por parejas fuera de toda protección jurídica eran muchas veces robados por las familias biológicas que una vez habían rechazado la homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad o la transexualidad de sus hijos, hijas e hijes. En muchos casos fui testigo de cómo las parejas eran impedidas a ver morir a sus amantes en los hospitales sólo por el hecho legal de no tener una relación de parentesco sanguíneo o jurídico, o ver viudos y viudas ser violentamente arrojados de las propiedades que compartían con sus amantes después del velorio. Un horror que este mes de Octubre de 2022 llegó finalmente a su fin en todo México.
Este año 2022 es la culminación de un largo proceso legislativo y jurídico, que inició en el año 2000, con la promoción de la Ley de Sociedades de Convivencia por Enoé Uranga en la antigua ALDF y luego gracias a múltiples Amparos en revisión en todo el país, iniciándose el primero en Oaxaca por Alex Alí Méndez, gracias a la Ley de Matrimonio, Concubinato y Adopción Igualitaria en CDMX en 2009, gracias a la jurisprudencia 43/2015 de la Suprema Corte de Justicia y al trabajo incansable de muchas personas activistas LGBTIQ+, personas aliadas en los medios de comunicación y en los Congresos locales y organismos autónomos de Derechos Humanos, que lucharon incansablemente por hacer realidad el Derecho Legal a formar una Familia a través del Matrimonio, el Concubinato y la Adopción para todas las personas sin Discriminación.
A todas las personas que contribuyeron a hacer realidad esta revolución en los Derechos Humanos, infinitas gracias por su incansable lucha a través de todos estos 22 años del siglo XXI y mi reconocimiento a su labor histórica, porque siempre supimos que estábamos del lado correcto de la Historia!!!!
Twitter: @waltter_lopez
Twitter: @FrenteQueretano
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