Como una de sus primeras decisiones en el poder, la primer ministra italiana ultraderechista, Giorgia Meloni, presentó un decreto de ley que castiga con prisión y multas a quienes asistan y organicen fiestas masivas de música electrónica, conocidas como “raves”.
Esta nueva ley contempla penas de hasta 6 años de cárcel, así como la intervención de los teléfonos de los organizadores o asistentes de este tipo de eventos, que son muy comunes en ese país.
Otra de las alternativas que se establecieron son multas que van desde los mil hasta los diez mil euros, es decir, el equivalente a 194 mil 200 pesos para quienes rompan la ley al organizar o promover este tipo de convivios.
La oposición política italiana no se quedó callada ante tal hecho y expuso que este decretó debería llamarse “monstruo que mata la libertad”. También, se dijo que este “nuevo delito” puede ser utilizado para deshacer otras formas de libertad de expresión como las protestas estudiantiles en institutos o universidades.
Al respecto, el escritor y periodista Erri de Luca, condenó la acción del gobierno asegurando que “la juventud está condenada a la hoguera” y defendió las manifestaciones musicales libres y gratuitas de varios días.
Ante las críticas, Meloni justificó el decreto argumentando que ayudará a restablecer el orden en Italia, luego de lo ocurrido en el evento de música electrónica de Viterbo, que duró seis días y dejó a una persona muerta.
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