La semana pasada el presidente López Obrador, presento una iniciativa para reformar para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) . Se presentó el jueves 1 de octubre la iniciativa ante el Congreso, esta reforma prevé eliminar la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y traspasar sus atribuciones a una CFE todopoderosa.
El “fortalecimiento de la CFE” se traduce, en el desbaratamiento de parte del andamiaje levantado por la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto, que abrió el sector a la iniciativa privada y que el actual mandatario considera demasiado favorable a las empresas.
Esta reforma también ataca la figura del autoabastecimiento. Este mecanismo que data de los años noventa y permitía a las empresas abastecerse de energía eléctrica mediante plantas privadas, generalmente más baratas y limpias que las centrales de la CFE. Mecanismo que utilizan ya muchas empresas entre las que destacan Grupo Bimbo (la empresa panificadora más grande del mundo y los convenientes Oxxo que utilizamos tanto.
Esta propuesta busca modificar los artículos constitucionales a fin de las empresas y personas que se ampararon contra las inconstitucionales modificaciones que este gobierno quiso hacer a las leyes secundarias y mediante actos administrativos, que como dije fueron derrumbados con los amparos presentados, y con esta modificación a la constitución buscan dejar sin argumentos a los particulares que se ampararon.
Independientemente de lo que muchos opinen de si estas modificaciones son realmente avances o retrocesos, me inclino por lo segundo, hay unos cuantos puntos que debemos considerar:
Si se lograra la modificación a la constitución, ¿que pasara con los derechos adquiridos de muchas empresas, como son los mencionados Oxxo o Bimbo u otras empresas? ¿Se le aplicara la ley retroactivamente en su perjuicio? Ya de los tratados internacionales mejor ni hablamos.
Otro punto por considerar, esta reforma busca desaparecer a la CRE y a la CNH, y que sus facultades reguladoras pasan ahora a la CFE, donde la CFE pasara de ser otra empresa generadora de electricidad en el mercado a ser ahora también una empresa reguladora, es decir se vuelve juez y parte en el mercado de la generación de electricidad. ¿Espera usted que la CFE sea imparcial en sus dictámenes y regulaciones? ¿Puede usted adivinar quien decidirá que energía deben comprar primero los particulares? Así es la CFE es quien decidirá que compren primero su energía, no importa sea esta más cara o sucia, o ¿lo duda usted?
Ahora bien, para que esta modificación constitucional pueda pasar necesita aprobarse por ambas cámaras del congreso de la unión y la mayoría de los congresos estatales. Enfoquémonos por ahora en ambas cámaras del Congreso de la Unión; se necesitan dos tercios del Senado y de la Cámara de Diputados. Morena y sus aliados no cuentan con esa mayoría calificada en ninguna de las dos y la oposición ya había anunciado que votará en contra de cualquier iniciativa que busque echar para atrás lo esencial de la reforma energética antes votadas, como es el caso.
Sin embargo, el fin de semana el PRI, anuncio sin manifestarse a favor o en contra de la propuesta presidencial, el PRI anunció que someterá a revisión los alcances de la iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica. Es decir, el PRI que voto a favor de las reformas de Peña Nieto, ahora elude decir si votara a favor o en contra.
Si el PRI votara a favor, esto hará que más de un mexicano diga: ¡Ya ven no se puede confiar en el PRI! Esto a su vez, pudieran generar una animadversión hacia ese partido que lejos no está de ir perdiendo votos y con ello tal vez hasta su registro, pero no tienen de que preocuparse ahí está Morena que es como el PRI de los 60’s y 70’s.
Debemos estar pendientes de la actuación de los priistas, que con su cantinflesca comunicación donde eludieron decir si estaban a favor o en contra, nos recordaron una famosa frase de Luis Echeverria, representante por excelencia del PRI de los 70’s: “Ni nos perjudica, ni nos beneficia, sino todo lo contrario»
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