La economía global aún tiene impactos por la pandemia de Covid-19 debido a los estragos que ha generado la enfermedad en China, el segundo Producto Interno Bruto (PIB) más grande del mundo.
Los crecimientos anuales que este país asiático ha presentado, revelan cada vez una mayor desaceleración, guiada por el desempleo y pérdidas de las empresas que se generan por una menor actividad manufacturera.
De está forma, el 2022 presentará el menor incremento en su PIB en cuarenta años, sin contar lo observado el primer año de la pandemia, a causa de los confinamientos y cuarentenas estrictos por su política de Cero Covid.
Los bloqueos han causado «gigantescas» interrupciones en las cadenas de suministro de productos alrededor del mundo y en el interior del país, causando efectos muy severos sobre la población.
Cualquier debilitamiento de la segunda mayor economía del mundo tiene ramificaciones globales, más aún cuando organismos como el Fondo Monetario Internacional, FMI, estiman que alrededor de un tercio de los países caerán en recesión en 2023.
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