En un informe presentado entre la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (WFP), dio a conocer que entre el 2019 y el 2021, las personas que viven en una situación de hambruna aumentaron a 13.2 millones, sumando un total de 56.5 millones en América Latina y el Caribe.
Este aumento de personas se debe al encarecimiento de la canasta básica y la pobreza extrema en la región, así como la inseguridad, pues señalaron que estos factores han ganado cada vez más terreno.
Un ejemplo de esto es el alza del precio internacional de los productos básicos el cual alcanzó el 11.7% en septiembre, el cual es un factor a considerar en el aumento del “riesgo de hambre”, pues los precios llegan a ser inaccesibles para los consumidores.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe señaló que se espera que, en el 2022, la pobreza extrema aumente 0.2 por ciento, lo cual podría indicar que unas 81.8 millones de personas entraron en esta categoría económica.
Las crisis internacionales que han sacudido la estabilidad global en los últimos 15 años, han trastocado el acceso en la región a los alimentos e insumos básicos, como los fertilizantes, que son de suma importancia para la agricultura de la región.
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