El presidente chino, Xi Jinping, se reunió con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, durante una visita al reino, con el fin de reforzar los lazos con una región crucial para el suministro de energía de su país.
Xi llegó al Palacio Al Yamama en Riad, donde fue recibido por el hijo del rey Salman que se prepara para gobernar el reino rico en petróleo en las próximas décadas.
De momento se desconoce en qué se centró Xi en el encuentro, si bien en una columna publicada por el periódico Al Riad escribió que “los intercambios entre China y los Estados árabes se remontan a más de dos mil años”.
Por su parte, el mandatario chino resaltó que “el pueblo árabe valora la independencia, se opone a la interferencia externa, se opone a la política de poder y la arbitrariedad, y siempre busca progresar”.
Agregó que los países del Consejo de Cooperación del Golfo, que incluyen a Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, sirven como “un tanque de energía para la economía mundial”. China, el mayor importador de crudo del mundo, depende enormemente del petróleo saudita y paga decenas de miles de millones de dólares al año al reino.
Los Estados árabes del Golfo tratan de recalibrar su política exterior a medida que Estados Unidos dirige su atención a otras partes del mundo.
Fuente: La Jornada
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