Christoph Grimm, el director general de la empresa de ferrocarriles Bremervörder-Osterholzer, del noroeste de Alemania, celebró el estreno de seis trenes de propulsión a hidrógeno, ya están sustituyendo a los trenes diésel convencionales, por lo que ahora circulan completamente libres de emisiones.
Grimm explicó que los componentes relevantes, como el depósito y las pilas de combustible «están en el techo de los trenes de hidrógeno», mientras que en los vehículos diésel se encuentran en el piso del vehículo.
Cada tren de hidrógeno tiene un depósito de 130 kilos y una batería de combustible para cada segmento. El tren recorre así unos 800 kilómetros diarios en servicio regular.
Sobre su funcionamiento, Markus Rech, responsable de tecnología y mantenimiento explicó que «el hidrógeno se combina con el aire ambiente”. Esta reacción química libera energía, que la batería de combustible emite en forma de corriente eléctrica. «El vapor de agua que sale por la parte superior está a la vista de todos», agregó el experto.
Pero, para que las emisiones de CO2 se reduzcan, la electricidad debe proceder también de fuentes renovables. Y esto será en unos cuatro años, cuando se instalen turbinas eólicas y plantas fotovoltaicas cerca de la estación de trenes.
Fuente: DW
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