En su desesperación por obtener asilo humanitario de Estados Unidos, cientos de migrantes han comenzado a cruzar el Río Bravo a nado y con inflables hacia Brownsville, Texas; mientras que otros se aglomeran en torno al puente internacional para exigir al gobierno del país vecino que atienda su petición.
En Matamoros hay actualmente alrededor de 10 mil indocumentados que pretenden cruzar a territorio estadounidense provenientes de Venezuela, Haití y El Salvador, quienes abandonaron su país por pobreza o violencia.
Llegaron a la frontera en espera de la conclusión del Título 42, expedido durante la pandemia de covid-19 por el entonces presidente Donald Trump para expulsar a solicitantes de asilo humanitario.
Sin embargo, luego de que la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos decretó que se mantendrá en vigor la norma al menos hasta después de Navidad, los grupos de extranjeros, entre ellos mujeres, niños y recién nacidos, comenzaron a cruzar el Bravo pese al riesgo que implica. El anuncio tomó por sorpresa a los alrededor de 10 mil migrantes que permanecen en Matamoros; algunos durmiendo en refugios, otros en la calle, cerca de 3 mil en el bordo del río Bravo y dos campamentos más improvisados en pleno centro de la ciudad
En Brownsville, de acuerdo con el protocolo, los elementos de la Patrulla Fronteriza los trasladaron a centros de procesamiento para luego deportarlos a México o a sus países de origen.
Fuente: La Jornada
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