El presidente de Indonesia reconoció las violaciones de derechos humanos, algunas de ellas cometidas durante la dictadura de Haji Mohammad Suharto, en favor de la reconciliación nacional.
«Con claridad de mente y sinceridad de corazón, yo, jefe de Estado, admito las repulsivas violaciones de derechos humanos que han ocurrido en varias ocasiones, y rechazo profundamente estos abusos», subrayó Widodo.
El mandatario realizó estos comentarios tras recibir un informe de una «comisión de la verdad», creada el pasado agosto, para investigar 13 incidentes de «violaciones graves» a los derechos humanos, con el objetivo de que no se vuelvan a repetir los abusos, aunque sin la potestad de buscar responsabilidades judiciales.
Widodo citó en concreto el secuestro de activistas pro democracia durante la dictadura de Suharto, los asesinatos de comunistas en la década de 1960 y los abusos de las fuerzas armadas contra la población indígena en la provincia de Papúa. Violaciones a los derechos humanos que quedaron impunes y sin investigar.
«Siento una profunda simpatía por las víctimas y sus familiares. Estamos intentando reparar sus derechos de una forma justa sin negarles una resolución judicial», añadió, aunque de momento se trata más bien de una disculpa simbólica que de una compensación concreta.
El general Suharto llegó al poder en 1967, tras defenestrar al presidente Sukarno en medio de una agitación civil en el país, y dio paso a un régimen autoritario, centralizado y militarizado conocido como el «Nuevo Orden».
Con el apoyo inicial de los países occidentales en plena Guerra Fría, Suharto cometió abusos contra los derechos humanos y se labró la reputación como uno de los dirigentes más corruptos del mundo, algo que se refleja hoy día en la fortuna que mantiene su familia.
Fuente: DW
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