Aunque durante enero de 2022 la diferencia de los precios entre la carne de pollo y de cerdo era de casi 18 pesos, mientras que en el mismo mes de este año la diferencia es de solo 11 pesos.
Esto se debe a que el pollo registró una inflación anual de 18.6 por ciento, muy superior a la que registró la carne de cerdo, de 8.6 por ciento. El año pasado el precio de un kilo de surtida de pollo se compraba en promedio alrededor de 70 pesos y 88 pesos el kilo de cerdo, diferencia que se redujo para 2023.
Ernesto Hermosillo, presidente del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), explicó que ante el aumento del precio del pollo, la población optó por cambiar a una proteína más económica y el cerdo ha sido la principal opción, pero ante mayor demanda su precio se elevó. No obstante, se espera que se estabilice hacia mediados de año.
«Creo que el pollo ya frenó esa escalada grande que tuvo, tan grande que empezamos a consumir más cerdo en el país, yo creo que va a regresar si no a niveles de hace dos años, sí a un producto más estable», acotó Hermosillo.
Si bien otros casos como la carne de res han incrementado su consumo, sigue siendo una proteína cara para la población, pues en enero el kilo de esa carne se vendió hasta en 178 pesos promedio.
Fuente: Reforma
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