#LaColumnaDelFrenteQueretano
Por la Red en Defensa de los Derechos Humanos en la Sierra Gorda
El Ser mujer en la zona serrana no es un reto fácil, porque somos interseccionalmente vulnerables, empezando por la desigualdad que vivimos en todos los ámbitos en los que nos encontramos, en nuestra casa en donde se tiene
arraigado el machismo porque nos han enseñado que las mujeres debemos servir para el hogar y que para nosotras las mujeres no hay oportunidades más que prepararnos para ser una buena madre, esa es nuestra universidad para muchas; en los trabajos, el pago que se recibe muchas veces menor al de los hombres, cuando la jornada laboral es la misma al igual que las actividades; en donde se carece de los servicios médicos de calidad y hay que viajar a la ciudad de Querétaro para que nos realicen una valoración, por ejemplo el estudio de mama, y así podríamos escribir un
libro de todas esas brechas de desigualdad que nos aquejan a las mujeres serranas, quienes vivimos la violencia a flor de piel en donde en los pueblitos indígenas como Las Nuevas Flores Tancoyol, Landa de Matamoros, no se tienen viviendas dignas, ni educación porque hay que caminar hasta su delegación para tener acceso a estos, tener servicios en la zona serrana para muchas es un privilegio porque no todas tenemos esa misma suerte.
Las mujeres serranas somos mujeres de lucha, aguerridas, que buscamos sacar adelante a nuestras familias porque recordemos que familia no sólo es como nos la pintan de la familia tradicional, no señores, eso ya quedó en el pasado, existimos las familias diversas, en donde en la sierra en su mayoría somos jefas de familia y tenemos que trabajar de sol a sol para sacar a nuestros hijos adelante, darles esas oportunidades que justo a nuestra sierra no llegan y a las cuales acceden sólo algunas cuantas personas que son privilegiadas.
Siempre se ha dicho que la Sierra y el Semidesierto Queretanos somos el patio trasero de la capital y cómo no, si acá sólo se voltea cuando se requiere de una foto o se pretende tener algún beneficio a costa de los más vulnerables, cuando en realidad lo más preocupante para nosotras las mujeres serranas es que NOS ESTAN MATANDO, -sí esa es la triste realidad-, es muy común escuchar por las autoridades “en todos lados las están matando”, efectivamente es un problema que no respeta niveles, sin embargo las mujeres serranas estamos en el olvido en donde ni siquiera se cuenta con un área especializada de feminicidios, en donde es apremiante atender el foco rojo en el cual se ha convertido nuestro bello municipio de Landa de Matamoros, un lugar en donde en los pueblitos de Aguazarca, el Lobo, Tancoyol, Rincón de Peña Alta, Encino Solo, por mencionar algunos, se ha perdido la tranquilidad de todas las mujeres, porque SER MUJER DA MIEDO, NOS ESTAN QUITANDO LA VIDA, en un lugar donde no hay seguridad porque dichos
pueblitos están a horas de distancia de la cabecera municipal, ante esta atrocidad en donde somos la nota roja del Estado y la exigencia de justicia de muchas activistas y defensoras de derechos humanos y a pesar de ello no hemos visto acciones por parte de las autoridades, no vemos desempeñar el papel que les corresponde a cada uno,
muchos dicen que hay buenas intenciones de hacer acciones del municipio de Landa de Matamoros, pero eso no basta, necesitan escuchar las voces conocedoras, se necesita realizar acciones para que las mujeres de la sierra estemos libres de violencia, se necesita una partida presupuestal para los casos de violencia, capacitaciones a los servidores públicos para que conozcan como atender casos de esta índole, talleres, brigadas de especialistas en derechos de las mujeres quienes acudan hasta el último rincón en donde estemos las mujeres y puedan brindarnos ayuda jurídica y psicológica, además de personas especialistas en temas de nuevas masculinidades, porque podremos salvar a una mujer mientras el agresor puede estar violentando a otra más, se deben cerrar filas para no dar paso más a la violencia y poder contar con un refugio para las mujeres de la Sierra y del Semidesierto, en donde puedan estar a salvo, en donde encuentren cobijo por las autoridades, porque sabemos que ese refugio sólo existe hasta la capital, sin embargo las necesidades son
muy distintas, ojalá las autoridades volteen a la sierra – pero para hacer acciones contundentes-, para que todas las mujeres serranas vivamos libres de violencia y no dejemos a nuestros pequeños en orfandad.
FB: Red en Defensa de los Derechos Humanos en la Sierra Gorda
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