Estados Unidos ha estado en contacto en los últimos días con algunos de sus aliados más cercanos para tranquilizarlos tras la filtración de unos documentos secretos del Pentágono, que apuntan a que Washington podría haber espiado a algunos de sus socios como Corea del Sur, Ucrania e Israel.
En una rueda de prensa, John Kirby, portavoz de la Casa Blanca, explicó que altos cargos han estado en contacto con algunos de los aliados más cercanos de Washington “a los más altos niveles” durante los últimos días para hablar sobre las recientes filtraciones.
Además, Kirby aseguró que el Gobierno de Joe Biden está haciendo todo lo posible para identificar la fuente de filtración, pero todavía no ha podido hacerlo. También afirmó que algunos de los documentos, marcados como “secretos”, están manipulados, por lo que pidió a los medios que tengan cuidado a la hora de informar sobre ellos.
A petición del Pentágono, el Departamento de Justicia ha abierto una investigación de carácter criminal para determinar la fuente de la filtración de esos documentos, que aparecieron en los últimos días en redes sociales como Discord y Twitter.
La mayoría de los documentos militares y de inteligencia filtrados están relacionados con la guerra en Ucrania y dan detalles sobre los planes de Estados Unidos y la OTAN para reforzar la ofensiva de Ucrania en la guerra contra Rusia.
Otro de los documentos apunta a que el Mosad, el servicio de espionaje exterior de Israel, podría haber funcionado como motor de las protestas contra la reforma judicial impulsada por el Gobierno de Benjamín Netanyahu, algo que la oficina del primer ministro israelí consideró el domingo que “no tiene fundamento”.
Otros documentos muestran que EE.UU. supuestamente espió en marzo a altos cargos surcoreanos que estaban hablando sobre la presión que Washington había ejercido sobre Seúl para que enviara armas a Ucrania, en violación de la política surcoreana que tradicionalmente se niega a suministrar armas a países en conflicto.
Estas revelaciones han impactado con fuerza en Corea del Sur, donde algunas voces de la oposición han pedido al presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, que cancele la visita de Estado que tiene previsto hacer este mes a Washington o que, al menos, use ese encuentro para abordar ese tema con Biden.
Todavía se desconoce el impacto que tendrá esta filtración de documentos secretos, pero podría ser la más grave desde 2013, cuando el exanalista Edward Snowden expuso el alcance de los programas de espionaje masivo que Estados Unidos puso en marcha tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Fuente: EFE
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