El fiscal general de Ucrania, Andriy Kostin, aseguró que se han documentado 80 mil casos de crímenes de guerra y que están creciendo exponencialmente después de que varias ciudades que estuvieron bajo dominio ruso hayan sido liberadas durante los últimos meses.
“A la fecha, hemos registrado cerca de 80 mil casos de crímenes de guerra. La evidencia de estos crímenes, sin embargo, está creciendo exponencialmente”, apuntó Kostin, quien compareció ante el Comité de Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y detalló que se ha documentado evidencia contra 152 criminales de guerra.
Kostin calificó como “genocidio” lo que está sucediendo en Ucrania ya que hay “signos claros” de una persecución “contra los ucranianos como grupo nacional”, con “patrones particulares del genocidio”.
Ante los miembros de la Cámara Baja, el fiscal apuntó que la “responsabilidad conjunta” de la comunidad internacional es “hacer todo lo posible para descubrir los crímenes horribles que Rusia está cometiendo en Ucrania”.
Kostin también pide que Estados Unidos no solo siga apoyando a Ucrania militarmente sino que también coopere para que se fortalezcan los mecanismos para que “todos aquellos que orquestaron y permitieron la comisión de crímenes” rindan cuentas.
Ucrania también busca que se designe al grupo mercenario Wagner como una organización terrorista extranjera y la creación de un Tribunal especial para el castigo a los crímenes de guerra.
En la audiencia ofrecieron su testimonio dos supervivientes de la guerra, entre ellos una mujer de 57 años cuya ciudad había caído en manos rusas. “Me tuvieron cinco días detenida, me golpearon, me forzaron a desvestirme, cortaron mi cuerpo con un cuchillo y amenazaron con violarme y matarme. Llegaron a ponerme una pistola en la cabeza y a simular que me ejecutaban y me obligaron a cavar mi propia tumba”, contaba la mujer.
También habló otra mujer, contando la historia de Roman, un adolescente enviado a un campo de reeducación, donde se le sometió a un intenso intento de lavado de cerebro con videos de propaganda. Iba a ser trasladado a una nueva familia rusa que se le había asignado pero logró escapar. Una práctica común que, según denunció la mujer, busca “despojar a los niños de su identidad ucraniana”.
Según Kostin, lo descrito por estas personas “no son una anormalidad ni una excepción”. Sino que “tal comportamiento es una característica de la doctrina militar y política rusa y el ‘modus operandi’ de las Fuerzas Armadas rusas y sus representantes”.
Fuente: EFE
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