Jartum, capital de Sudán, amaneció en una calma tensa por primera vez desde que se desataron los combates entre el ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) hace diez días.
Las partes beligerantes han iniciado una nueva tregua de 72 horas, acordada con la mediación de Estados Unidos. Tanto el Ejército como las FAR anunciaron que cumplirán con la nueva pausa, tal y como anunció ayer el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que también pidió a los bandos un “cese permanente de las hostilidades”.
Si bien las FAR denunciaron que cazas del Ejército sobrevuelan desde primeras horas de la mañana varios suburbios de Jartum, no se ha informado de bombardeos o combates como sucedía en el caso de las pausas anteriores.
“Renovamos nuestro compromiso absoluto con la tregua humanitaria declarada por un plazo de 72 horas y nos comprometemos en todas sus condiciones con el fin de abrir corredores humanitarios para los ciudadanos y residentes nacionales de países hermanos y amigos”, ha dicho el poderoso grupo de las FAR.
Por su parte, el Ejército sudanés, ha confirmado su respeto de la pausa “para aliviar el sufrimiento de nuestros ciudadanos y por razones humanitarias, con la condición de que los rebeldes se comprometan a detener todas las hostilidades y cumplan con los requisitos para su continuación”.
Los sudaneses aprovechan la nueva tregua para abastecerse de agua y alimentos o huir hacia zonas más seguras o países vecinos de Sudán, en medio de múltiples dificultades por el cierre de bancos, tiendas y la subida de los precios.
Medios locales han mostrado imágenes de centenares de civiles en la estación de autobuses de Jartum para intentar desplazarse a zonas más seguras o a países vecinos como Egipto, en un viaje que puede durar hasta dos días y que ahora puede costar hasta diez veces más de lo normal.
Al mismo tiempo, Egipto ha anunciado emergencia en los puestos fronterizos con el país africano para facilitar la llegada de miles de egipcios y sudaneses a su territorio.
Las autoridades de El Cairo permiten la entrada de sudaneses en el país únicamente con el pasaporte, sin visado, y “los menores podrán entrar con sus padres, sin documentos de viaje”, según fuentes oficiales citadas por los medios locales.
Fuente: EFE
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