Alrededor de 230 artesanos de Querétaro permanecen a la espera de que se les resuelva su situación, con la intención de que se les asignen espacios para ofrecer su trabajo.
Los entrevistados omitieron dar su nombre bajo el argumento de que se han sentido presionados por las autoridades para que abandonen las áreas que ocupan en el Centro Histórico de la ciudad.
«Hace ocho meses les presentamos el proyecto que incluye la Plaza Constitución, la Plaza de Armas, la Plaza Corregidora y el Jardín Zenea», dijo una de las dirigentes quien manifestó que están adheridos al Frente Estatal de Lucha.
Mencionó que otra de las peticiones que han hecho al Gobierno del Estado es que les faciliten un profesor que les enseñe a leer y escribir en otomí, ya que solamente saben hablarlo.
«Cuando empezó la pandemia nos pegó muy fuerte, porque no teníamos ni para comer», argumentó la mujer.
Indicó que las opciones que les ofrecen es que acudan al aeropuerto, hoteles, restaurantes y a la Central de Abastos, pero con la condición de que dejen unos cuatro artículos y que empleados de esos lugares se encarguen de venderlos.
Expresó que en su mayoría vienen de los pueblos de Santiago y San Ildefonso, adelante de Amealco de Bonfil.
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