Personas que fueron miembros de los Testigos de Jehová denuncian que sufrieron discriminación y rechazo al abandonar la comunidad y exponen comportamientos que acusan a la organización de sectarismo.
“Apóstata” es el nombre con el que son definidas las personas expulsadas de los Testigos de Jehová. Estos ex miembros han alzado la voz en diferentes canales de difusión para exponer a la organización religiosa.
Los Testigos de Jehová son una organización religiosa con creencias y puntos de vista diferentes de las vertientes tradicionales e históricas del cristianismo. Los miembros se caracterizan por su devoción a la evangelización y la prédica de su fe, así como por su adherencia a una serie de creencias y prácticas específicas.
Dichas prácticas suelen ser controversiales por el grado de devoción que requieren. Distintos testimonios dejan ver que sus miembros llegan a ser víctimas de manipulación psicológica, aislamiento y rechazo extremo en caso de salir del grupo.
“Es como si murieras”, expone una joven que pasó más de 15 años dentro de esta iglesia. Ella fue expulsada de los Testigos de Jehová e inmediatamente todos sus amigos y familia dejaron de relacionarse con ella.
Los Testigos son conocidos por su énfasis en la predicación y la evangelización. Creen que es su deber anunciar el Reino de Dios y la venida de un nuevo orden mundial basado en principios bíblicos. Para llevar a cabo esta labor, suelen utilizar revistas y literatura producida por su organización, así como realizar visitas puerta a puerta.
Desde muy pequeños se les educa para aprender técnicas de oratoria, persuasión y elocuencia, todo con el fin de estar preparados para salir a las calles a predicar. Al grupo además se le prohíbe festejar cumpleaños, Navidad, Año Nuevo, el Día de la Madre, Pascua o cualquier festividad considerada “pagana”.
Caricaturas con Pokemón o Dragon Ball Z están vetadas para los infantes. Lo mismo que ver películas o escuchar canciones que las autoridades de la iglesia cataloguen como no adecuadas para su educación religiosa.
Una de sus reglas más controvertidas es la prohibición de la transfusión sanguínea. Para los Testigos de Jehová, la sangre es sagrada y no puede ser “intercambiada”.
Si bien en esta organización no existe una exigencia económica como tal, exmiembros acusan cierta manipulación psicológica de parte de administradores y de otros compañeros que utilizan chantaje para que las personas aporten económicamente a la iglesia para que esta pueda continuar realizando publicaciones o construyendo salones o templos.
Los testimonios también coinciden que es mal visto estudiar la Universidad, ya que es considerada un “cementerio espiritual” debido a que la mayoría de universitarios salen de la iglesia.
Igualmente se habla de la poca individualidad que llegan a tener las personas dentro de la iglesia. Experiencias relatadas a este portal abordan que inclusive en el cortejo de dos personas siempre hay un adulto que verifica que el contacto físico no se exceda.
Un exmiembro contó que, cuando era joven, su familia decidió salirse de esta iglesia debido a que algunas personas del cuerpo gobernante intentaban entrometerse en su vida privada, además de que observó el rechazo a una persona homosexual.
Cabe resaltar que, según esta religión, todo aquel que no forme parte del grupo quedará condenado en el fin del mundo, y solo los Testigos de Jehová se salvarán y podrán presenciar la llegada de Dios.
Esta situación puede llegar a representar una afectación psicológica importante, principalmente para aquellos expulsados que crecieron bajo esta creencia y, al salir, viven bajo el rechazo de su comunidad y el pensamiento de que no lograrán sobrevivir al fin del mundo.
Por su parte, la organización religiosa desmintió las acusaciones en su contra. Destaca que respetan la libertad de cada individuo para tomar sus decisiones y que no obligan a nadie a convertirse en Testigo de Jehová.
Sobre las acusaciones de rechazo hacia exmiembros, la asociación religiosa asegura que no confronta ni acosa a quienes han dejado de ser Testigos, y que respeta la libertad de pensamiento y elección espiritual de cada individuo.
Finalmente, subraya la importancia del respeto mutuo y la libertad de elección en la religión y enfatiza que nunca obligaría a nadie a aceptar sus creencias, pidiendo el mismo respeto a cambio.
Fuente: La Verdad Noticias
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