“Entendemos su desesperación, porque es mucho lo que se padece, pero estamos trabajando” para atender a todos los damnificados por el paso del huracán Otis en la costa grande de Guerrero, aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En torno a las denuncias de pobladores de las zonas afectadas, en particular del puerto de Acapulco, quienes han argumentado que la ayuda y el apoyo hasta ahora ha resultado insuficiente, el mandatario federal indicó que se seguirán dando los apoyos y que se tiene un presupuesto sin límites.
Cuando se le interrogó más al respecto, aseguró que cuenta con seiscientos millones de pesos “porque tenemos finanzas sanas” y adelantó que cuando se presente la segunda etapa del apoyo, se darán a conocer los montos y la forma en cómo se apoyará a las familias.
Remarcó que los apoyos comenzarán a fluir en breve, pues no se puede esperar a censar a la totalidad de las 700 mil viviendas que hay en Acapulco y la zona siniestrada, lo cual se seguirá aplicando.
El jefe del Ejecutivo señaló que anteriormente el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) no era suficiente, pues en sexenios pasados contaba con un fideicomiso de sólo 18 mil millones de pesos.
Comentó que el titular de la Secretaría de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, le informó además que diversos gobiernos del mundo han brindado apoyos y, hasta ahora, suman un millón de dólares.
Reconoció que la capacidad ante el tamaño de una tragedia como la que enfrentó y sigue enfrentando la costa grande de Guerrero, en muchas ocasiones rebasa las capacidades de los gobiernos municipales y estatales, pues no cuentan con recursos suficientes.
“En el caso del gobierno federal, tenemos más posibilidades de ayudar”. En ese sentido destacó que las tres instituciones que tienen la mejor organización para la ayuda en este tipo de situaciones son las secretarías de Bienestar, la de Marina y de la Defensa Nacional.
Fuente: La Jornada
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