La prensa europea ha comenzado a compartir unos documentos internos filtrados de la red social Facebook denominándolo como “Facebook Papers” debido al alcance y complejidad de la información.
Dentro de los documento se expone que los directivos de Facebook sabían que ciertos políticos estaban publicando contenido inadecuado, desde desinformación hasta posts que podían incitar a la violencia. Varios trabajadores de la red social les pidieron a sus jefes que dejaran de ignorarlo, sin embargo los ejecutivos no les hicieron caso.
En las informaciones no se da nombre y apellidos de los políticos a los que la plataforma dio carta blanca para decir lo que quisieran, aunque sí se indica que en la mayoría de casos se trataba de conservadores.
Dentro de los documentos inciden también en que, fuera de EE UU, la moderación de contenidos es prácticamente inexistente.
Los informes en los que se basan las informaciones publicadas por sendos periódicos han sido aportados por Frances Haugen, la exempleada de Facebook que filtró documentos internos a The Washington Post y a una treintena de medios y que este lunes testificaba en el Parlamento Británico a propósito de la información que ha destapado.
Hace un mes el Wall Street Journal reveló que Facebook maneja una lista de usuarios VIP, compuesta por unos cinco millones de perfiles, a los que se les aplican distintas normas de moderación de contenidos.
En un informe de 2020 citado por el rotativo británico, un empleado de la red social dice que los intentos de frenar páginas que publicaban contenido conflictivo de forma reiterada fueron a menudo frenados. El trabajador escribió que “en EE UU parece que las intervenciones que se han hecho favorecen casi exclusivamente a las publicaciones conservadoras”, citando Breitbart, el diario digital que dirigió Steve Bannon, estratega jefe de la Casa Blanca bajo mandato de Donald Trump.
Dentro de la información publicada también se encuentra el caso por la cadena de televisión CNN, revela que Facebook lleva al menos de 2018 combatiendo lo que denomina servitud doméstica: “Una forma de tráfico de personas para el trabajo en domicilio movido por el uso de la fuerza, el fraude, la coerción y el engaño”.
En los documentos se describe cómo mujeres han caído dentro de este esquema, siendo “sujetas a abusos sexuales, privadas de comida y bebida y de sus documentos para que no se puedan escapar”.
Por su parte Facebook reconoce que “existen vacíos en nuestros sistemas de detección de servitud doméstica” y se detalla cómo las plataformas de la compañía (entre las que se cuentan Instagram y WhatsApp) se usan para reclutar, comprar y vender lo que en los documentos de Facebook aparece como “sirvientes domésticas”.
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