Miguel Gallardo
Muchos son los cambios y el impacto que ha ocasionado la pandemia en todas partes. En el caso de las funerarias de la ciudad de Querétaro, como las de otras localidades, éstas han tenido un incremento considerable en los servicios de hasta un 2 mil por ciento, beneficio económico que no compensa la situación al argumentar que “es horrible lo que nos ha tocado vivir”.
Y vaya que no es para menos, debido a que las imágenes que han presenciado en ocasiones no son nada agradables. A ese respecto una de las personas entrevistadas mencionó que han visto 20 ó 25 cuerpos en un hospital, aunque en alguna ocasión pudieron observar en el mismo lugar hasta 40 cadáveres de personas fallecidas a causa del Covid-19.
Es tal la impresión ocasionada y el temor que esto les infunde a los trabajadores de las salas mortuorias que hay quienes en más de una ocasión se han preguntado: “cuándo me tocará a mí estar ahí”.
Así lo comentaron empleados de este ramo que pidieron omitir su identidad al dar a conocer aspectos que, según ellos mismos, la sociedad ignora por estar sumergida en sus problemas o en el dolor por haber perdido a uno o varios familiares por esta enfermedad.
Uno de los trabajadores argumentó que si anteriormente las funerarias pequeñas ofrecían dos servicios “a la semana”, con la pandemia la cantidad se disparó a seis “al día”; es decir, 42 semanales, lo que representa un 2 mil por ciento más.
Afirmó que tal situación se ha vuelto desesperante al grado de que cuando algún conocido les dice que al haber tantos muertos esto les beneficia económicamente a las funerarias, ellos responden que si bien es cierto, esto no compensa el daño emocional por todo lo que han tenido que pasar.
“La desesperación es tan fuerte que a veces me pongo a llorar en mi escritorio y hasta he recibido terapia”, dijo una trabajadora quien se vio en la necesidad de acudir a un especialista para mitigar el desgaste emocional que ahora representa su trabajo.
Otro entrevistado mencionó que es angustiante darse cuenta que hay familias que han perdido hasta seis de sus integrantes a causa del Covid-19.
Por tal razón aseguran que ellos enfrentan un riesgo constante por el trato cotidiano con deudos de los fallecidos, ante lo cual deben sanitizarse y tomar estrictamente las medidas higiénicas necesarias.
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