El intento de detención de Javier Corral, exmandatario de Chihuahua, tiene como fondo político una venganza del exmandatario César Duarte Jáquez, quien está aliado con la actual mandataria, María Eugenia Campos Galván, opinó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Anoche, mientras cenaba en un restaurante de la capital, la Fiscalía de Chihuahua pretendió asegurar al expanista, quien hoy es senador electo por Morena; sin embargo, el asunto no se concretó debido a la falta de cooperación de la Fiscalía de la Ciudad de México.
AMLO mencionó que las acciones se debieron a que cuando fue gobernador de Chihuahua, Corral inició un proceso contra el priista. Cabe recordar que la acusación fue por peculado y asociación delictiva, con lo que logró su extradición de Estados Unidos, pero finalmente fue liberado por el Poder Judicial de esa entidad.
“Es parte de la promiscuidad política de los últimos tiempos, de cómo se empezaron a unir el PRI y el PAN, pro cierto, en buena medida esto surge en Chihuahua porque (Carlos) Salinas apoya a un gobernador del PAN, a Francisco Barrios. No es que no haya ganado Barrios, es que cuando tenían los acuerdos, no le aplicaban todo el acelerador del fraude y les permitían ganar”.
Este modo de operación se repitió en Baja California con el primer gobernador panista, Ernesto Guillermo Ruffo; caso contrario de lo que sucedió en Michoacán en ese mismo tiempo, explicó.
“Salinas no nos veía como adversarios a vencer, sino como enemigos a destruir y en Michoacán hubo represión y un gran fraude electoral”, externó.
Prefirió no opinar de la acusación legal sobre corrupción y peculado que pesa sobre Corral, ya que, insistió, solo se refiere al fondo político.
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