Iberdrola México y Louis Dreyfus Company (LDC) anunciaron este miércoles la inauguración de un nuevo sistema fotovoltaico que asegurará el 80% del suministro de energía solar en la planta de café de LDC en el municipio de Perote, en estado de Veracruz.
“Compuesta por 486 paneles solares que cubren una superficie de más de 1,000 metros cuadrados, la instalación fotovoltaica producirá 351 megavatios-hora al año, evitando la emisión de 184 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año“, apuntaron las empresas en un boletín.
La ceremonia inaugural contó con la presencia del presidente municipal electo de Perote, Delfino Ortega Martínez; el gerente de país de LDC México, Juan Camilo Bernal; y el director comercial de Iberdrola México, Vicente Aparicio.
“Esta instalación en Perote es parte del Proyecto de Energía Sostenible global de LDC, iniciado para impulsar la adopción de energías limpias para reducir la huella de carbono de la compañía, y complementa instalaciones fotovoltaicas similares que ya están operativas en Brasil, Kenia y China”, explicó Juan Camilo Bernal.
Bernal destacó que esta obra está en consonancia con la empresa y su compromiso con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ONU).
La planta de LDC ha adoptado el esquema llamado Smart Solar de Iberdrola México.
Ello “significa que la instalación de la planta fue realizada íntegramente por la empresa energética, lo que garantiza que el 100% de la energía que genera sea limpia y tenga un precio competitivo”, informaron ambas compañías.
“Es un orgullo que LDC haya confiado en Iberdrola México para la concreción de este proyecto que le permitirá aprovechar los beneficios de la energía solar, un recurso renovable y no contaminante”, dijo Vicente Aparicio.
La inauguración de esta planta de energía renovable se produce mientras que el presidente Andrés Manuel López Obrador impulsa una reforma constitucional enviada al Congreso que pretende blindar la eléctrica estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) con el 54% del mercado de generación y dejar el 46% restante para las empresas privadas.
La reforma ha sido criticada por ambientalistas que consideran que prioriza las plantas hidroeléctricas y de combustibles fósiles de la CFE y relega las plantas de energía eólica y solar de empresas privadas.
Fuente: Forbes
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