La respuesta del presidente electo, Donald Trump, ante la crisis de los incendios forestales en Los Ángeles, ha sido polémica, ya que, en lugar de mostrar empatía y solidaridad hacia las víctimas, criticó al gobernador de California, Gavin Newsom, de no estar a la altura de la crisis.
El presidente electo dijo que podría hacer un mejor trabajo manejando la crisis y ha responsabilizado a Newsom de la magnitud de los incendios, a la vez que ha emitido declaraciones erróneas relacionadas con el suministro de agua para combatir el fuego.
Trump se ha centrado en criticar las políticas de gestión forestal del estado de California. Según Trump, la falta de una gestión adecuada de los bosques ha sido un factor importante en el agravamiento de los incendios, sugiriendo que la responsabilidad recae directamente sobre Newsom y sus políticas.
Asimismo, Trump ha afirmado falsamente que los esfuerzos de conservación de especies en peligro, como el pez delta eperlano, han contribuido al desabastecimiento de agua en los hidrantes, una acusación que no tiene fundamento, de acuerdo con AP.
De igual forma propuso que Newsom debería renunciar, lo que ha aumentado la tensión entre ambos. El gobernador en respuesta expresó que, en tiempos como estos, lo más importante es ayudar a las víctimas y que no es adecuado aprovecharse de la tragedia para hacer política.
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