Los refugios en Tijuana, que colindan con San Diego, California, se preparan para un posible aumento en el flujo de migrantes si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lleva a cabo su plan de deportación masiva.
En Tijuana funcionan más de 30 refugios, según lo dado a conocer por autoridades y activistas, pero estos espacios son insuficientes por la falta de espacios, recursos e incertidumbre general se encuentran entre los problemas que enfrentan los refugios.
El director del albergue Jardín de las Mariposas, Jamie Marín, dijo a la cadena CNN que existe la preocupación de que las posibles deportaciones masivas de Trump puedan desencadenar una crisis humanitaria relacionada con los servicios tanto para los migrantes que van a Estados Unidos como para los que han sido deportados.
“Hay un nerviosismo colectivo… sobre las decisiones que tome la administración del presidente Trump. El mayor desafío (para los refugios) es no saber qué va a pasar, me estoy preparando mentalmente”, dijo a CNN Pat Murphy, quien dirige el refugio Casa del Migrante.
El alcalde de la ciudad, Ismael Burgueño Ruiz, dijo la semana pasada que Tijuana “no está alarmada” y calificó la medida como “preventiva” en caso de que Trump “realmente haga lo que dice que va a hacer”.
Burgueño dijo que la ciudad tiene espacios preparados en caso de que haya una oleada de deportados.
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