Katia Lemus Barajas
De las diferentes actividades que ha emprendido la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), hasta el momento se cuenta con poco más de 14 millones de pesos para la elaboración de la vacuna Quivax 17.4.
Durante la conferencia de prensa para dar a conocer la Primera Entrega de Resultados de la vacuna Quiivax 17.4 de la Máxima Casa de Estudios, Teresa García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) explicó que en para la primera versión de la vacuna, se invirtieron 3 millones 57 mil 876 peso de recursos propios, de los cuales 586 mil 549 pesos fueron para materiales y reactivos, 2 millones 470 mil 244 para equipamiento y mil 83 pesos para servicios complementarios.
Adicionalmente, dijo, en mayo de 2020, la Cancillería Mexicana formó un consorcio y ayuda a la UAQ a concursar el proyecto ante el fondo internacional México-Chile y se logró obtener 3 millones 333 mil 333 pesos, de los cuales se invirtieron 895 mil 54 pesos en materiales y reactivos; 1 millón 298 mil 173 pesos en equipamiento; 136 mil 129 pesos en instalación y mantenimiento de equipo de laboratorio; 205 mil 396 pesos en servicios complementarios y se comprometió un recurso de 798 mil 579 pesos para más equipo de laboratorio necesario.
Para la segunda versión de la vacuna, detalló, la UAQ organizó cuatro eventos deportivos y culturales para el Vacunatón, en los que la sociedad, el gobierno Estatal, empresas y algunos ayuntamientos aportaron un 8 millones 183 mil 279 pesos.
“De estos recursos se ha invertido 1 millón 613 mil 713 pesos en materiales y reactivos; 114 mil 820 pesos en instalación y mantenimiento de equipo de laboratorio; 292 mil 457 pesos en honorarios profesionales; y 109 mil 603 pesos en servicios complementarios”.
A esto se le suman los pagos en curso, para las adecuaciones físicas y mobiliario del laboratorio de vacunas, con un costo aproximado de 1 millón 300 mil pesos; 50 mil pesos para efectuar las pruebas del adyuvante; y un millón 400 mil pesos para las pruebas certificadas de inmunogenicidad y seguridad.
García Gasca aseguró que a pesar de no contar con el apoyo económico del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el biológico sigue con las pruebas preclínicas para seguir con la fase 1 y 2 de las pruebas clínicas.
UAQ Rediseña Vacuna
Sobre la vacuna, Juan Joel Mosqueda Gualito, investigador y director del Laboratorio de Inmunología y vacunas de la UAQ refirió que se rediseñó la molécula de la vacuna original para que incluyera los péptidos (proteínas) de las cuatro variantes de preocupación: Alfa, Beta, Gama y Delta, además de la cepa original del virus de Wuhan.
“La función de la Quivax es bloquear el acceso del virus a las células humanas para que no las pueda infectar, además, como parte del proceso, se mezcla la proteína del virus con una sustancia conocida como adyuvant” que incrementa la respuesta inmunológica, esto es, la producción de anticuerpos en los sujetos inoculados”.
Señaló que de acuerdo con las pruebas realizadas en cabras, ovejas y cerdos, durante la etapa de la fase preclínica de Quivax 17.4, la vacuna no les produjo ningún daño ni reacción; y, por el contrario, se detectó que los animales sí generaron altos niveles de anticuerpos, incluso en las mediciones hechas después de cinco meses de haber sido inoculados.
“Entre los más recientes avances del proyecto se encuentra el establecimiento de convenios con instituciones y terceros autorizados para efectuar las pruebas que requiere la Comisión Federal de Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), tales como el CINVESTAV, la Secretaría de Defensa Nacional, el Laboratorio de Especialidades Inmunológicas y Unidad de Desarrollo e Investigación en Bioprocesos (UDIBI)- IPN”.
Actualmente, dijo, también se evalúan adyuvantes de uso humano para agregarlos a la molécula de la vacuna y se está estableciendo un Sistema de Gestión de Calidad (SGC) en el Laboratorio de Inmunología y Vacunas y en el Bioterio de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN).
“Los datos de los ensayos de la Quivax 17.4 rediseñada serán presentados a mediados del 2022 a la COFEPRIS para su aprobación; para, entonces, poder iniciar finalmente la fase clínica, es decir, las pruebas en humanos”.
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