Miguel Gallardo
Hay universidades que han tenido que rediseñar sus planes de estudio para evitar la deserción escolar, ya que algunos alumnos llegan con un bajo nivel académico luego de haber cursado la preparatoria, indicó Paulo de Arondo, rector del Centro de Estudios Superiores del Bajío (CESBA) en la ciudad de Querétaro.
“El primer semestre se ha convertido en un filtro o en un examen; entonces, nos vimos en la necesidad de hacer ajustes a programas de estudio. Por ejemplo, en ingeniería industrial tuvimos que empezar con cuestiones más básicas que ya deberían de traer los jóvenes. Y lo que estamos haciendo es irnos un poco más para atrás para que tengan oportunidad de estudio y que esto no sea una causal para desertar”, mencionó.
El rector comentó que otro motivo por el cual llegan con escaso nivel se debe a que algunos de los estudiantes entran a nivel superior más grandes de edad, lo que indica que pudieron haber dejado de estudiar durante algunos años y que hayan olvidado algo de lo aprendido en la preparatoria.
“Finalmente la filosofía de CESBA es que todos son bienvenidos. No hay examen de admisión; aquí la oportunidad se les brinda a todos los estudiantes que así lo deseen”, aclaró De Arondo.
Agregó que en el caso de los que ingresan con más edad tienen un punto a favor y es hay quienes que tienen más experiencia laboral y en ocasiones esto está relacionado con la carrera que eligieron estudiar.
Dijo que con la pandemia se tuvo que crear un departamento psicopedagógico al alcance de todos los alumnos, lo cual, aseguró que está dando excelentes resultados.
La deserción fue severa
El rector de CESBA señaló que uno de los principales problemas que se dio desde iniciada la pandemia fue el amplio número de estudiantes que se dieron de baja y la cantidad de escuelas que cerraron sus puertas.
“Más de un millón 300 mil estudiantes son los que se dieron de baja a nivel nacional. Esto impacta en la sociedad, porque finalmente tenemos que apostarle a la educación a nivel nacional, estatal y regional”, expresó.
Paulo de Arondo puntualizó que en el sector de la educación es importante impulsar el regreso de los estudiantes y ser creativos para poder alentarlos a que vuelvan a las aulas.
“Hay que hacerles ver la importancia de estar en las aulas, porque muchos de ellos, por cuestiones económicas que impactan en el transporte, por ejemplo, optaron por no asistir a las escuelas. Hay otro tanto que viene de fuera y que decidió ahorrarse la renta del cuarto que habitaban”, argumentó.
Además, precisó que cuando se dé el regreso a las aulas no se debe olvidar el tema de la salud y las medidas sanitarias que esto conlleva.
Resaltó que fue lamentable que alumnos que originarios de la Sierra de Querétaro hayan tenido que desertar debido a que enfrentaban problemas para estudiar en línea, ya que además del costo que esto implica para ellos el servicio en esos lugares es deficiente por la lejanía.
“Hay muchas familias que la conforma tres o cuatro miembros y todos con las necesidad de estudiar con un solo equipo de cómputo. Entonces esto ha sido un gran reto para gran parte de la población”, expuso el rector.
Servicios, un reto de gobierno
Con relación a su perspectiva social al estar al frente de una institución de nivel superior, Paulo de Arondo, añadió que el estado de Querétaro se convirtió en un polo de atracción industrial y que con esto se generaron oportunidades laborales y por consecuencia una migración importante que se originó después del sismo de 1985.
“Ahora el reto va a ser el poder proveer los servicios que demanda un crecimiento exponencial como el que ha tenido Querétaro”, aseveró.
Se refirió en específico a los temas del agua, transporte, seguridad y tejido social. “Porque si bien las condiciones de seguridad son muy buenas, son los retos principales que ahora tienen las autoridades”.
Por último insistió en que debe haber programas que disminuyan la brecha salarial y social.
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