Según los informes del Kremlin el día de ayer, los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y EEUU, Joe Biden, celebrarán el próximo martes una cumbre telemática.
“Será por la tarde”, dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, a las agencias locales.
La conversación virtual tendrá lugar después de que Putin propusiera esta semana a la OTAN firmar un pacto de seguridad para evitar el ingreso en la Alianza Atlántica de Ucrania y Georgia.
Putin, que se reunió solo en una ocasión con Biden en la cual precisó que Rusia necesita “garantías de seguridad jurídicas y vinculantes”.
Acusó a la OTAN de incumplir la promesa de no expandirse al antiguo bloque comunista en 1999 (Polonia, Hungría y la República Checa) y 2004 (Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Lituania, Estonia y Letonia).
Biden expresó su interés de hablar largo y tendido por videoconferencia con el jefe del Kremlin, al que EEUU y Ucrania acusan de prepararse para una invasión del país vecino al concentrar entre 90.000 y 100.000 tropas en la frontera.
El día de ayer Biden adelantó que está preparando “una serie de medidas” para defender a Ucrania en caso de que Putin decida lanzar un ataque militar.
Antony Blinken, advirtió esta semana de que Washington y sus aliados golpearían a Moscú con fuertes sanciones económicas si decide atacar Ucrania.
El asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, confirmó el viernes que, además del estado “insatisfactorio” de las relaciones bilaterales y la implementación de los acuerdos en ciberseguridad y estabilidad estratégica alcanzados en Ginebra, ambos mandatarios también abordarán la situación internacional.
En particular, la actual crisis en Ucrania, pero también la situación en Afganistán, Libia y Siria, y el programa nuclear iraní.
Esta semana en Estocolmo la crisis ucraniana fue tratada en profundidad por Blinken y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien aseguró que Rusia no quiere un conflicto.
En respuesta a que la OTAN no acepta el derecho de veto de Rusia para futuros ingresos en el bloque, Lavrov respondió que Moscú tiene el derecho de elegir la mejor forma de defender su seguridad ante una amenaza exterior.
Ucrania aspira a integrarse en la OTAN como mejor mecanismo de defensa ante la amenaza del Kremlin, que se anexionó en 2014 la península de Crimea y apoya abiertamente a las repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk.
Mientras, el líder ruso mantiene que una de las “líneas rojas” para el Kremlin es, precisamente, el despliegue de armamento ofensivo occidental en territorio ucraniano.
Fuente: Forbes
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