Ángela dijo ser originaria de Epitacio Huerta, Michoacán, y apenas tener una semana de haber llegado a la ciudad de Querétaro junto con su esposo y sus dos hijos.
“Por ahora nos quedamos afuera de una iglesia que está por el Jardín Guerrero, porque no tenemos casa ni familiares aquí”, expresó la mujer de 45 años, quien tuvo que salir a vender unas paletas de dulce para hacer algo de dinero y así poder comprar algo de comida para los suyos.
Comentó que no sabe si es conveniente para ellos quedarse en la capital del estado o emigrar a otro lado, ya que de entrada lo que buscan es establecerse.
“Un nicaragüenses nos engañó en San Juan del Río, porque nos dijo que aquí hay mucho trabajo y que se gana bien, pero no es fácil porque no tenemos papeles para entrar a una fábrica”, platicó en tono de desesperación.
Y es que apenas a una semana de haber llegado, mencionó que lo primero que se les ocurrió fue trasladarse al centro y buscar una iglesia, donde se apostó con su familia en espera de ayuda por parte de las personas que entran a escuchar misa al templo.
“Tenemos una hija de nueva años y un niño de siete, tenemos que darles algo de comer. Mi esposo se quedó con ellos a cuidarlos afuera de esa iglesia”, señaló.
Ángela dijo que por lo pronto buscarán pasar la Navidad a la intemperie a pesar del descenso de temperatura que se da en esta temporada.
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