Miguel Gallardo
Un rechazo generalizado al cambio de placas es el sentir que ha manifestado una parte de la sociedad queretana, bajo el argumento de que la situación económica es complicada por el simple hecho de enfrentar aún los efectos de la pandemia y la “cuesta de enero”.
Así lo expresaron ciudadanos consultados por La Opinión de Santiago en el exterior del Auditorio “Josefa Ortiz de Domínguez”, quienes este jueves acudieron a realizar su primer trámite correspondiente al 2022, el cual consta en refrendo y cambio de placas metálicas.
“La población en general se siente agobiada, porque no podemos salir de esta pandemia y luego lo poco que tenemos vamos a pagarlo en impuestos y deudas”, expresó Armando, de 57 años de edad, quien agregó que este nuevo pago ha resultado sorpresivo y una carga adicional que nadie esperaba.
Mientras que un hombre quien dijo llamarse Manuel, de 70 años, mencionó que es alto el cobro del reemplacamiento, lo cual considera que debe ser más moderado.
“Creo que las autoridades deben escuchar más el reclamo, porque hay otras cosas que no entiendo como el cobro por tener derecho a la actualización en el padrón”, indicó.
Al ser cuestionada María, de 51 años, dijo que le parece caro el costo en el cambio de placas.
“Nos obligan a pagar, porque luego sale más caro si no lo hacemos. Seguro que luego nos van a cobrar recargos”, comentó.
Arturo, de 28 años, expuso que “está pesado, porque no hemos salido de la pandemia”.
Aseguró estar contra el reemplacamiento, y que al acudir a realizar el trámite tuvo que hacerlo en hora y media al señalar que “se trata de personal nuevo, que no está lo suficientemente capacitado”.
Otro ciudadano que habló para La Opinión de Santiago es Alfonso, de 37 años de edad, al indicar que el cambio de placas lo considera “un gasto innecesario para el pueblo”.
“He realizado trámites similares en Hidalgo y me ha salido a la mitad del costo. Además el salario mínimo está muy por debajo de los aumentos que se van a dar este año”, precisó.
En tanto que Juan Agustín, de 54 años, expuso que con esto se da “el tiro de gracia” a la población queretana, ya que debe solventar las deudas de diciembre pasado, la comida, los juguetes del Día de Reyes y el predial, entre otros compromisos.
Platicó que tiene su vivienda por el sector de Santa Rosa Jáuregui, en El Jofrito”, y que el negocio que tiene con su esposa apenas les da para ir al día.
Roberto, de 71 años, acudió junto con su hijo y mostró su malestar por estos incrementos e impuestos que deben ser pagados al iniciar el 2022.
“Tengo una pensión raquítica de 4 mil pesos mensuales luego de trabajar 30 años en gobierno y en este mes ya no voy a poder gastarlos, sino en el refrendo y las nuevas placas. Somos muchas personas pensionadas a las que apenas nos alcanza el dinero para lo más necesario”, puntualizó.
Otra ciudadana entrevistada, de nombre Carmen de 55 años, coincidió en que “nadie quisiera pagar, pero que la población se siente obligada”.
“Tengo a mi hija en la universidad y había estado juntando dinero para apoyarla y ahora salen con que hay que pagar esto”, añadió.
Al señor Elpidio, de 65 años, manifestó que le parece elevado el costo del reemplacamiento, ya que en un hogar se tienen otros gastos importantes que no pueden esperar como la comida y el pago de recibos.
“Creo que cambiar de placas no es necesario, pero se ve que la finalidad es recabar más dinero”, aseveró.
Al ser cuestionado al respecto, Alfredo, de 61 años, argumentó que es complicada la situación, ya que la economía pasa por un momento difícil en todo el país.
“Estos son gastos que no consideraba. Hay personas que apenas están pagando la cena navideña y ahora deben conseguir dinero para este trámite”, expresó.
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