Equipo de investigación, análisis e información de La Opinión de Santiago.
Cuando Francisco Domínguez Servién entregó a Mauricio Kuri el gobierno de Querétaro, comento que entregaba un estado con finanzas sanas y cero deudas.
Por ello es que nos dimos a la tarea de si se logro esa meta y de ser así, como se logró.
“Una cosa es la transparencia y otro el estado de cuenta en que queda una entidad, una institución. Puede haber cero deudas, pero puede no haber habido transparencia o sí haber habido transparencia. Son dos cosas diferentes”, afirmó
Armando Sinecio Leyva, diputado del Congreso de Querétaro por Morena.
La ley de Obra Pública del estado de Querétaro establece en su Artículo 30 que hay tres modalidades de contratación y dice específicamente cuándo usar cada una. Allí, está claramente detallado que la adjudicación directa se utilizará sólo
cuando el monto aprobado para la obra o servicio sea menor o igual a 0.002 por ciento del Presupuesto de Egresos del Estado para el ejercicio fiscal vigente.
En todo el período de Domínguez Servién se utilizó esta metodología de adjudicación directa en proyectos que superaron el límite permitido por la ley.
Paul Ospital Carrera, diputado local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) asegura que “la mejor forma, la más fácil, precisamente para prestarse a la corrupción son las adjudicaciones directas. Para eso se inventaron los
concursos, las licitaciones públicas, la transparencia en los contratos, para evitar la corrupción”.
Es cierto que contratar un servicio o realizar una compra como adquisición por vía directa resulta mucho más sencillo que hacerlo por los otros mecanismos que requieren de múltiples etapas y procedimientos, así como de la revisión por
parte de más instancias de gobierno.
Esto permitió al gobierno de Domínguez Servién, gestionar y utilizar la mayor cantidad de recursos en adquisiciones de manera directa.
El monto destinado para este mecanismo fue de 2 mil 169 millones 260 mil 123 pesos, distribuidos en casi 5 mil contratos por adjudicación directa en los períodos de 2017 a 2021.
Sin embargo, con base en el análisis realizado de ese período, 2018 fue el año en que se pactaron 475 contratos por medio de adjudicación directa. Pero, además, el 23% de esos contratos se llevaron el 80% del presupuesto del año,
mientras que el 77% de los demás contratistas tuvieron que conformarse con el 20% del presupuesto. (Ver gráfico 1) Hasta aquí, un indicador claro del desequilibrio o inequidad en la distribución del gasto en obra pública y
servicios.
Ante la realidad de estos números, el diputado priísta agregó un dato clave para el análisis: “si tenemos en cuenta que el presupuesto anual, en el estado de Querétaro, ronda por ahí de los 40 ó 50 mil millones de pesos, estamos
hablando de una cantidad bastante relevante, bastante importante. Porque de esos 50 mil millones hay que ver qué tanto viene ya etiquetado de la Federación; es decir, que no podemos modificarlo”, precisó Ospital.
Pero hay más. Durante 2018 Domínguez Servién redujo la cantidad de contratos en obra pública y servicios a 475, comparados con 2017 donde había firmado 3 mil contratos en este rubro. Sin embargo, el presupuesto de 2018 creció un 991% con relación al año anterior. (Ver gráfico 2) Es decir, mientras en 2017 destinó poco más de 97 millones de pesos entre 3 mil contratistas, durante 2018 repartió más de mil 60 millones de pesos a tan sólo 475 proveedores, de los cuales, como detallamos anteriormente, la mayor parte del dinero se la llevó el menor número de contratistas.
Gráfico 2. El gráfico muestra el salto de más de 900% en el presupuesto de 2018 (color naranja)
comparado al de 2017, así como el presupuesto asignado a obras públicas y servicios de los años
siguientes. El color verde muestra el presupuesto total asignado durante toda la gestión de
Francisco Domínguez Servién.
Caso omiso al Plan Nacional de Desarrollo Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al Gobierno federal, se realizó un diagnóstico sobre la corrupción que, entre otras cosas, estableció en el Plan Nacional de Desarrollo que las adjudicaciones directas quedarían estrictamente prohibidas.
Al revisar las compras públicas de la entidad federativa a través de la Unidad de Transparencia, en el último año de gestión, el gobierno de Domínguez Servién, utilizó este mecanismo más de la mitad de los contratos que emitió, lo que
colocó a Querétaro en el top 10 de las entidades a nivel nacional que, a pesar de estar prohibida, utilizaron la adjudicación directa.
En su último año de gestión (2021), la entidad ocupó el quinto lugar a nivel nacional, sólo detrás de Hidalgo, Michoacán, Oaxaca y Colima, en el uso excesivo de este mecanismo. (Ver gráfico 3)
“El cinismo de muchos miembros del Partido Acción Nacional cercanos a Francisco Domínguez en su sexenio a quienes escuché quejarse arduamente, gritar, sentirse inclusive robados como mexicanos, porque el Gobierno federal
había decidido hacer todas sus compras por adjudicación directa. Los vi bastante molestos, pero nunca lo criticaron aquí en casa”, expresó Ospital Carrera.
Gráfico 3. El gráfico muestra las entidades que más utilizan el mecanismo de la adjudicación directa para administrar sus presupuestos.
En su momento, Domínguez Servién, justificó el uso de este mecanismo para liberar partidas muy pequeñas con bajo impacto presupuestal.
Pero de los 475 contratos firmados en 2018, 109 tuvieron un presupuesto sobregirado de lo establecido conforme al Artículo 31; es decir, que superaron el límite de 0.002 % del Presupuesto de Egresos del Estado.
Esto quiere decir que se adjudicaron de manera ilegal más de 949 millones de pesos entre 109 contratistas, de los cuales el 80%, es decir, 849 millones de pesos fueron entregados a sólo 43 de esos mismos contratistas. En un año
donde no hubo contingencia, ni pandemia que excusara o justificara la utilización de la adjudicación directa y donde el marco legal tanto del estado de Querétaro como del gobierno nacional lo prohibía. (Ver gráfico 4)
“Lo que yo denuncié una y otra vez es que en el sexenio de (Pepe) Calzada y el de Pancho Domínguez era que ocho de cada 10 contratos que se subían a la plataforma de transparencia se dejaron de subir. Igual denunciamos que extrañamente había concursos muy importantes de obras donde llegaba un solo apostador. Es rarísimo que en este país sólo haya una persona a la que le interese vender. Eso sucede solamente en Querétaro”, puntualizó el diputado
Paul Ospital.
Gráfico 4. Tabla de las 43 empresas que se llevaron el 80% del presupuesto del año 2018, es decir 849 millones de pesos.
Esto es otro indicador de que al menos la distribución “a dedo” del presupuesto en obras no fue equitativa, dejando claroscuros en la gestión de Francisco Domínguez Servién y la interrogante de por qué esos 43 contratistas fueron tan
privilegiados.
“Decir ´deuda cero´ no significa que a nadie le deba el gobierno. Hay una deuda que todavía va a tardar por muchos años, por dar un ejemplo: el Acueducto II… además, se tiene que concursar y todo se tiene que entregar con cuentas a los ciudadanos que son las personas a quienes nos debemos”, finalizó el diputado morenista Christian Orihuela Gómez.
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